La importancia de esos 4 segundos

dondestas · #1 03-02-2011, 19:39

Estaba yo el otro día en una perfumería de mi barrio comprando lo clásico en nosotros, champú, gel, cuchillas, etc., cuando en uno de los pasillos veo de lejos a una mujer rubia de media melena que estaba en una estantería mirando algo con detenimiento. “Que monada de mujer” pensé, pero no le presté más atención y me dirigí a las estanterías de gel y demás artículos de baño. Pasado un rato, y con los botes de champu, gel, desodorante, cuchillas y pasta de dientes entre las manos y brazos (no cogi cesta), voy a buscar la crema hidratante y me doy de bruces con ella frente a mi. Veo a una mujer alta y poderosa, subida a unos zapatos de tacón fino, con una falda ceñida, un palmo por encima de las rodillas, que dejaban ver unas piernas bien formadas y trabajadas, con una cintura bien definida debajo de una camisa blanca entallada. Pienso, buenoo! Vaya pedazo de mujer que tengo delante. Mi mirada sigue subiendo y se para ante unos pechos turgentes que parecían querer rebosar del sujetador blanco que los acogía. Me hubiera abalanzado a ellos como si fueran una tarta de chocolate! Mi temperatura empezó a subir y mis piernas a dudar. Como no podía estar mucho tiempo mirando esos pechos (aguanté los 3 segundos máximos de rigor que se nos permiten a los hombres para no ser acusados de cerdos salidos), subí la mirada hacia su cara y me encontré con dos grandes ojos azules intensos que estaban taladrando los míos y que me hacían derretir como un cubito de hielo en una sartén caliente. No me pareció que la mirada fuera incriminatoria, sino todo lo contrario. Me quedé petrificado y sin saber que hacer. Mantuvimos la mirada cruzada durante unos 4 segundos que se me hicieron eternos por un lado, pero fugaces por otro, como esperando que alguno de los dos rompiera el hielo. Como soy bastante tímido al príncipio yo sabía que no iba a ser yo y que me arrepentiría durante muchos meses no haber dado el paso. Y así fue, lo siento chicos y chicas, por lo que no pasó nada. Cuando fui a pagar estaba ella en la cola, unos dos clientes más adelante, y fue cuando pensé que tenía que haber tirado los botes al suelo para ver si reaccionaba, o pedirla consejo sobre una crema, o decirla que era una de las mujeres mas maravillosas que había visto en mi vida. Pero claro ya era tarde y ahí me quede en la cola pensando lo gilip… que era. ¿Qué hubierais hecho vosotras y vosotros en este caso? A ver si aprendo y a la próxima no me vuelve a pasar.

Gracias.