La Mujer De Mi Vida

El día estaba gris. Gris oscuro. Amenazaba lluvia. Me gusta mojarme. Mi vida estaba gris. Casi negra. Y amenazaba desplome. Me sentí vulnerable.

Entonces la vi. Estaba de espaldas pero enseguida lo supe. Las señales de mi cuerpo eran inequívocas. Una chispa de esperanza y felicidad me encendió.

Apresuré el paso y me coloqué a su altura. Me miró fugazmente. Me ruboricé. Miré al cielo. El día estaba gris. Gris oscuro.

Paramos en el semáforo. Me volvió a mirar. La sonreí. Me sonrió. La contemplé por el rabillo del ojo. La Mujer de Mi Vida. Estaba seguro. En aquel día gris oscuro.

Ella miró al cielo. Luego a mí. Su cara era angelical. No cabía duda. La Mujer de Mi Vida ante mí. Justo cuando lo necesitaba. Mi vida gris.

Rozó mi mano con la suya. Temblé. El semáforo se puso en verde. Ella avanzó. Avanzó tan rápidamente… por sorpresa.

Miré mi mano. Ya no sujetaba nada. El maletín con el dinero no estaba. La miré. La Mujer de Mi Vida portaba mi maletín. Corría. Corría. Tomó un taxi.

El día estaba gris. Gris oscuro. Comenzó a llover. Me gusta mojarme. Me empapé. Inmóvil en el semáforo. Lo he perdido todo. Mi vida esta gris. Amenaza desplome. Me siento vulnerable.


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