La suerte en el tren...

Después de leer por aquí un relato sobre una experiencia en un tren os cuento lo que me paso hace uno 5 años, cuando yo tenía unos 40 años más o menos bien llevados y no escondo decir que soy un hombre atractivo, según dicen algunas amigas...

Viajaba de Madrid a Extremadura, volviendo a mi casa después de unos días de trabajo en la capital, en un tren de estos que tienen los asientos tipo autobús donde casi todos los asientos miran para la misma dirección. Una de las filas, la primera estaba al revés lo que significa que podía tener enfrente a dos pasajeros y en esta me toco asiento. El primer tramo de recorrido el coche iba casi vació y en una de las primeras paradas subió mas gente entre las cuales dos chicas de unos 22-23 años que tenían asignado el asiento enfrente al mío.

De principio se sentaron y la verdad que como estaba haciendo un trabajo en mi portátil no me fije si se conocían o estaban juntas por casualidad, solo me di cuenta después de un rato que hablaban entre ellas.

Paso una hora y lo único que había fijado era en las dos chicas hablaban muy bajo, como cuidando a que yo no me enteraras de sus conversación, y la cosa me estaba intrigando un poco.

Bueno ya he dicho que podían tener entre 22 o 23 años, eran delgadas, no muy altas, la verdad que no muy guapas pero ni feas, digamos interesantes; El viaje continuo cuando a mitad de recorrido una de las dos se baja de tren porque llego a su destino junto a otras personas y el coche se quedo medio vació.

A partir de ahora en frente de mi estaba solo una de ellas, que os describo: pelo negro corto, ojos claros, cara de niñata consentida, pero de estas caras de niñata mala, traviesa, toda vestida de negro con pantalones muy estrechos y botas negras y lo que más me llamaba a la atención una sensación que transmitía en general: me daba una impresión de morbosa, digo en el conjunto.

Pasan unos 10 minutos, yo seguía con el portátil, y ella leyendo un libro, y de pronto me dice, "disculpe le molestaría si me quito las botas y pongo los pies en el asiento que está a su lado, es que hoy he andado mucho y me duelen un poco los pies".

Le dije "claro que no..." y si hay una cosa que a mí me atrae mucho en una mujer son los pies y que lleve medias, y más sexy son más me gustan. Y la chica se quita las botas y pone sus pequeños pies en el asiento y la sorpresa fue que tenía unas medias de rejillas finas.... y la verdad es que si antes tuve la sensación o la impresión de una chica morbosilla a este punto me estaba pensando que a lo mejor lo fuera..... Visto que en mi imaginación las medias de rejilla son un símbolo de morbosidad.

Visto lo visto y dado que el aburrimiento del viaje era grande, empecé a pensar que lo mejor que podía hacer era entablar conversación con la chica y andaba pensando en mi cabeza de como poder empezar la misma, y tenía una cosa muy clara: o me la juego directamente entrando con un argumento que dé a entender que me gusta o si no voy muy genérico y me arriesgo que además de aburrirme yo se aburra ella...

Así que pensé de jugármela, al límite me cortaría el rollo directamente y así no iba a perder tiempo...

Bien a este punto planee en mi cabeza lo siguiente, me fui al servicio, programo mi móvil para que sonara el despertador después 5 minutos para fingir que recibía una llamada, vuelvo a mi asiento... suena el móvil... y simulo contestar a una llamada y hablo como si hablara con una chica que me está haciendo enfadar, diciendo cosas como "mañana no puedo, va a ser imposible".... "nos veremos la próxima semana, es que no tengo coartada entiéndeme"..." a mí me gustaría más que a ti, pero no puedo".... la chica de enfrente claramente escuchaba mi conversación y era exactamente lo que estaba en mi plan, y hasta este punto bien.

Cuelgo y esta vez simulo llamar yo y hablo como si he llamado a un amigo, y hablo con él, siempre de forma que la chica me escuchara, y le digo "Ambrosio… me tienes que echar un cable para una coartada la semana que viene, que mi mujer sospecha algo....", y decía cosas como "lo sé, ya voy a cortar esta situación, ya se lo he dicho, son demasiados problemas, pero tú me entiendes.... una chica joven, guapa, disponible, tú qué harías...", la chica escuchaba y hacia como si pensara a otra cosa... pero mi fin estaba conseguido que escuchara las dos conversaciones.

Cuelgo la llamada, y sin nada mas, miro la chica y le digo un poco nervioso, "discúlpame sé que mis cosas no te interesan, y sé que me podía haber levantado para hablar en otro sitio, pero no es caído".
La verdad es que pensé que o no me contestara y que me mirara disgustada o que me podría decir "vale pero a mí no me importa de tus cosas..." o me mandara directamente a freír espárragos.... y no, me dice riéndose con una risitas de complicidad: "no pasa nada no te preocupes... no me ha molestado" y me dio del "tu" directamente.... así que me lanzo y le digo... "discúlpame otra vez, es que no puedo entender las mujeres, los cambios de humor que tenéis de un momento a otro.... yo pensaba que fueran cosas de las mujeres más mayores, de mi edad, estresadas, pero una chica como tú, de tu edad más o menos, con nada que pensar en la cabeza.... es que no lo entiendo....".

Y mientras yo decía esto veía su expresión cambiar, de un lado notaba en sus ojos, porque mientras le hablaba le miraba en los ojos, la sorpresa de ver un hombre desconocido hablar de esta forma, y por otro lado la notaba interesada y hasta con la expresión más picara. Por fin, roto el hielo y de esta forma le digo con tono de pregunta: "la verdad es que no se que puede encontrar una chica joven en un hombre de mi edad"... y otra mirada picara, y dije "disculpa otra vez, ya no se que dijo...", y después de un silencio que pudo durar unos 30 segundos, en lo que pensé que ya no seguiría con mi rollo o que se levantase y cambiase de sitio, me dice: "... bueno, la verdad es que una chica de mi edad se puede sentir atraída por un hombre mayor...”, “… no sería ni la primera, ni la ultima…” y le dije “… si no te molesta podemos hablar de este tema, es que a lo mejor me puedes ayudar a entender la situación”, “me dice vale sin problemas”, no escondo que la verdad no me esperaba esta postura y con esta simplicidad, así que le digo “si quieres te invito a tomar algo en la cafetería del tren así hablamos con mas tranquilidad” y me digo que “vale”.

Nos dirigimos a la cafetería, ella caminaba delante de mí y así pude notar algo que antes no había podido ver, tenía un trasero fantástico, delgada pero con un trasero marcado y un cuerpo muy bien proporcionado. Imaginaros dirigiéndome a la cafetería del tren con una chica no guapísima, pero la verdad que muy buena, de pinta picara, joven y que esta hablando contigo de unos argumentos bastantes inusuales…. bufff en mi cabeza empezó a pasar de todo….

En la cafetería, me digo que tenía 24 años, yo le daba meno, había pensado en 22, y fue ella a llevar la “batuta” de la conversación, la situación estaba al revés, ella hablaba y me preguntaba, estaba muy curiosa: “y como empezó…”, “y donde os encontráis”… y yo contestando con una trola detrás de la otra, y mientras tomaba su café me hace la pregunta que en aquel momento cualquiera en mi condición podría haber soñado: “y el sexo con ella que tal….”, os juro el café me salió por la orejas… le dije “bien, muy bien… fantástico, es una situación morbosa, yo aporto la experiencia y ella la curiosidad….” yo a este punto tenía la sensación que la temperatura de mi cuerpo ya rozaba los 40 grados.

Volvimos a los asientos y seguimos con la conversación por el resto del viaje, una hora más o menos, ya hablando de mi trabajo de mi vida y ella de la suya, la verdad es que yo no calenté mas la conversación porque no me pareció el lugar más oportuno, y además porque la chica tenía una educación exquisita, me contó que tenía un rollete con un chico, que vivía en la misma ciudad donde vivía yo…. y los mas importante…. que la cosa que más le gustaba en un hombre era la “madurez” que los chicos de su edad no suelen tener…

En todo esto decidí no preguntar nada mas, tipo “…que te parece si un día quedamos…” tenía claro mejor clarísimo que le podía interesar, me lo dio a entender claramente y cuando el tren ya estaba entrando en nuestra ciudad me dice: “… si quieres me das tu móvil… me has caído muy bien y me gustaría seguir con esta conversación con más tranquilidad…”, le di mi móvil; la verdad es que sabía que me lo iba a pedir y me lo pidió.

Antes que el tren parara le dije: “nos despedimos aquí…. veras en la estación me viene a recoger mi mujer… como entenderás…”, no me hace acabar la frase, y me dice con una carita de complicidad: “entiendo no te preocupes….” y me da dos besos en las mejillas.

Bajamos del tren, me voy con mi mujer, y al bajar le perdí de vista, pero saliendo de la estación para ir al coche la veo junto a un chico de su edad, probablemente su novio, hermano, amigo… no se… me cruzo una mirada intensa, que en mi imaginación decía “vas a ser mío….”.

En los días siguientes estuve pensando varias veces a esta chica, pasaron unas dos semanas y ya pensé que no me llamaría, cuando una mañana me suena el móvil con un número que no conocía, contesto con el ansia de un chico de 20 años que espera la llamada de su primera novia… y era ella. El resto de la historia la dejo a vuestra imaginación, nos estuvimos viendo por más de un año, hasta que ella encontró un trabajo en Cataluña y se fue….

Desde entonces cada vez que puedo prefiero viajar en tren, a ver si la suerte puede tocarme por segunda vez.