Las Cuatro Estaciones
Me gusta llegar puntual a una cita, y aunque era una cita más en esta larga lista de experiencias, algo dentro de mí se esforzaba en repetirme que sería especial, ¿Tal vez yo deseaba que fuese así ?
Faltaban quince minutos para la hora, en los últimos días de un severo mes de Enero, el frio cortaba rebanadas de aliento, y comenzaba a llover tímida pero continuamente, bajo la marquesina de la entrada al centro comercial la gente abría paraguas para adentrarse en esa lluvia molesta, yo observaba a mí alrededor, ¿será ella?.... ¿Esa….puede que sea esa mi cita?,
Deseaba que la lluvia no me impidiese mirar al frente con nitidez, para verla llegar desde lejos y acompañarla con la mirada hasta llegar a mi lado, pero el agua hacia una cortina con el gris del cielo como fondo, una densa cortina de la que entraban y salían personas anónimas.
Anónima era su nombre, así quiso el recuerdo mantenerla en mi mente, anónima como el verso escrito en la pared por anónimos poetas y anónima emergió entre la lluvia de enero, sin paraguas, con su abrigo azul empapado de lluvia y promesas, sin apenas darme cuenta estaba frente a mí.
Hola soy yo, ¿llevas mucho tiempo esperando? ¿Hola? ¿Eres tú verdad? ¡Qué corte si me he equivocado de chico! Me quedé sin palabras
Y se paró la lluvia, y el cielo dejo de ser gris, y enero cambio de nombre , en sus ojos vi mis miedos, vi mi vida pasada y lo peor vi mis deseos, mis más oscuros deseos en sus profundos ojos negros, seguí mirándola mientras el tren del invierno pasó de largo y se detuvo en la siguiente estacón : la primavera de su edad ,la insultante edad de la inocencia, que resbala como las gotas de la lluvia que me la ha traído resbalan por su cara, agua, inocencia, juventud,
Me abrazo a ella como se abrazan las cadenas a un preso, con dolor, con el dolor de saber que me arrastra, cierro los ojos y me despierto en la siguiente estación, es verano, la luz que entra por la ventana pelea con el brillo de su sonrisa, ¿Quién puede vencer la luz y el calor de su boca? Tan solo el sol intenta competir en vano, tiene la batalla perdida, sus labios, su boca brillan más que cualquier cercana estrella, hay más luz en una palabra suya, en uno de sus besos más horas vividas que en el día más largo de Julio, y me pierdo en su calor , en su luz y su brillo, en sus labios me olvido del día y de la noche, de madrugar, de trabajar….es verano, respiro el anónimo olor de su cuerpo madurando como el trigo en esta época del año, acaricio sus pechos como promesas de una novia, eternos y contundentes, me resbalo hasta su sexo buscando calmar la sed de un día agotador, me entrego, como un sobre abierto, para que sus labios me sellen y me envíen al buzón de los recuerdos. Disfruto de este momento grabándolo para el invierno que pronto llegará, saltándome un otoño que me amenaza hace tiempo con dígitos crueles en mi carnet de identidad.
De nuevo es invierno, sigue lloviendo, el frio se hace más intenso, ya no salen personas tras la cortina de agua grisácea, está anocheciendo, las farolas anuncian que ya no debo esperar más,
Siento hambre, noto húmedos mis pies, ella no vendrá, arrecia la lluvia, lo que era cortina se convierte en el telón que cierra la obra representada en mi sueño . Las cuatro estaciones de una cita que no fue.
Supongo que no es extrictamente un relato erotico, pero lo tenia guardado y hoy me siento inspirado para hacer mi primera aportación a esta zona del foro
Perdón si he aburrido a alguien.
Saludos
POPE
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