Habia llegado diez minutos antes de la hora, a mi restaurante japones preferido, queria comprobar que todo estaba según lo solicitado.

Mesa centrada en la sala, junto al pasillo mas ancho, ninguna copa sobre la mesa, solo tacitas para el sake y palillos de ebano barnizados.

Aquella iba a ser nuestra primera cita, después de algun que otro mensaje y un par de llamadas por telefono, iba a cenar con una diosa ( según el foro de profesionales al que solia visitar ).

He de reconocer que me encontraba un poco nervioso, nunca habia echo una cosa asi. Mis experiencias no habian pasado de entrar en un local y en poco menos de 20 minutos, tener que decidir precipitadamente, quien iba a poner a prueba el nivel tu testosterona en sangre.

Esto era diferente, o presentia que iba a ser diferente.

Pasados 5 minutos de la hora fijada, presiento que dos personas, se han parado a la altura de mi mesa, el camarero y ella. Lo primero que me llegó fue su aroma, DKNY, diria yo. Fue como si me atravesara totalmente, para luego ponerse junto al camarero y decir un HOLA que rompió el timido barullo de la sala, dentro del silencio de mis pensamientos. Hola contesté y no volví a oir nada mas en los siguientes 30 segundos.

Entiendo que se quedara cuanto menos, sorprendida, no le habia dicho, que nunca podria verla, aunque era la ocasión para inducirla a un mundo de sensaciones tan intenso que, lo que se ve, no era necesario, esa era mi arma secreta.

Una vez roto el momento, la cena transcurrió en un ambiente relajado, afable, picaro y lleno de flirteantes momentos, en los que la seduccion intelectual hacia su aparicion tanto por un lado, como por el otro.

La quimica fue surgiendo y subiendo de forma exponencial, pero hubo un momento, al final de la cena, que fue, el que precipitó el resto de la noche.

Cuando despejaron la mesa para traer el postre, alargué la mano hasta tropezar con sus dedos, le habia hablado durante toda la noche de la sugestión y de las sensaciones que se perdian los mortales al priorizar la vista, como sentido principal de sus acontecimientos, le pedí que cerrara los ojos un par de minutos y empecé a deslizar mis dedos sobre su piel.

Mis yemas recorrian una mano joven, suave, aterciopelada, flotaba entre el vello natural de la piel que no se ve, y la propia capa protectora. Recorria suavemente los surcos donde comienzan los dedos, es quizas la parte mas sensible de la mano, ella se dejaba acariciar, giré la mano, de forma que su palma quedó hacia arriba, mi dedo indice seguia los finisimos surcos de la linea de la vida, la linea del amor, estaba como en trance, fue entonces cuando cogí su mano abrazandola con mis dedos, me la acerqué y haciendo ademan de levantarme, la besé.

Besar su mano, notar en mis labios su piel, su aroma, fue definitivo para mi, los labios tienen una de las mayores concentraciones de terminales nerviosos, y esto hizo que finalmente me decidiera a pensar, que esta noche, iba a ser de las denominadas
“ Abierto hasta el amanecer”.

Solte su mano, despacio, sobre el mantel de lino, no se oia nada, no decia nada y cuando le pregunte , ¡ que ¡, ¿te has dormido?, ella contestó con un susurro para que guardara silecio.

Transcurrieron dos largos e interminables minutos , durante los cuales, no dijimos nada, aunque nos transmitimos mucho mas que en toda la cena.

Una vez finalizada la velada, nos levantamos de la mesa, y yá en el pasillo que formaban las mesas, ella se quedó parada de espaldas, interrumpiendo el paso, yo, consciente de que se habia parado, simule un tropiezo cuerpo a cuerpo y mis manos la cogieron por la cintura, sentí un escalofrio, ella se giró, y apenas a 5 centimetros de mi, cogió mis manos llevandoselas a su cadera, y me susurró al oido, “cierra los ojos y dime que sientes”, deslizó su mejilla por la mia, cuando noté que sus labios se entreabrian y la punta de su lengua iba marcando en mi piel, una fina linea humeda hasta que mis labios se encontraron con los suyos, llegaron suaves, salvajemente humedecidos y con una fuerza templada que me estremecí al comprobar, que esa noche, me iban a devorar de verdad, el beso fue un coktail de suavidad, dulzura y sexo concentrado, que duró 15 segundos, fueron interminables.

Nos disponiamos a salir del local, cuando le dije, que me disculpara un minuto, tenia que ir al baño ( No puedo estar sin cepillarme los dientes después de cenar, ni 5 minutos), ella me dijo, pues voy yo tambien.

Una vez terminado de cepillarme, entré en una cabina a reducir el nivel freatico que mi vejiga reclamaba. Cuando he acabado, me dispongo a girarme para salir, cuando una manos me lo impiden, era ella, shhhhhhhhhh, y de nuevo aquella frase “ cierra los ojos y dime que sientes”, no te muevas, tu sigue de pié.

Entra en la cabina, por un lado, la cierra la puerta, se sienta en el inodoro, y noto sus manos sobre mis gemelos, que suben suavemente hasta llegar a mi culo, “Tienes un buen culo, para la edad que tienes” me dijo, sus manos fueron recorriendo la cinturilla del pantalón hasta llegar a la hebilla, de la cual se desembarazó antes de que pudiera explicarle como.
Soltó un boton y bajo la cremallera, entre la situación de violencia que me provocaba estar con una mujer en los baños de un local donde me conocian, el morbo de pensar que no me creia lo que me estaba pasando, y el desear que lo hiciera en ese momento, antes de que llegara al contacto fisico con mi apéndice mas querido, no podia disimular una ereccion digna de un buen notable.

Sin mediar mas palabras, cogió mi pene como si de un trofeo se tratara, y empezó a templarlo, como midiendo , largo,ancho, me bajo los pantalones hasta las rodillas y sus labios aparecieron de nuevo, humedos, calientes, desbocados, las yemas de sus dedos acariciaban mientras mis testículos, su lengua iba humedeciendo con suaves giros la cabeza que entronaba mi consciencia, porque toda mi conciencia en ese momento, estaba concentrada en mi pene, su mano izda ayudaba con los dulces vaivenes en mi piel, era increíble, seguia notando su boca mucho mas caliente que al principio, creí que iba a estallar, cuando de pronto sus labios empiezan a descender por el mastil mayor, hasta mis testículos, comenzó en ese momento un masaje bucal, del que creo me acordaré toda mi vida, sentia que me miraba con sus ojos rasgados y azules, no lo veia, pero lo sentia.

Puse mis manos en cruz, sujetandome, creia que me iba a caer, los espasmos se sucedian, mis piernas temblaban, su boca….., por dios, que boca, como podia mantener el ritmo, la cadencia, saber cuando frenar, cuando acelerar, sentia que la temperatura de mi cuerpo subia descontroladamente, volvió a subir por el mastil, esta era la definitiva, sus labios carnosos abrazaban el final del pene, sentia la ansiedad de ella, le temblaba todo el cuerpo, sin perder la suavidad ni el temple, ya no podia mas, hice un gesto para que se retirara, iba a explotar en cualquier momento, ella sabiendo que llegaba el momento, pareció enloquecer mas, era imposible decirle nada, esta como en trance, yo me deje llevar y después de un brutal espasmo descargué con toda la fuerza que mi cuerpo podia generar, no recordaba haber tenido una corrida tan bestial, hasta los movimientos finales supo llevarlos, como si ella estuviera dentro de mi.

Casi me caigo, cuando todo terminó y alli seguia, limpiando suavemente y con delicadeza, los restos, que seguidamente escupió en el inodoro.

Mis piernas no me respondian y tuve que apoyar mi hombro derecho, me habia dejado casi k.o., se levantó y cuando pasó por mi lado para salir de la cabina me susurró al oido, “ vamos campeon, esto es solo un aperitivo”.

Una vez fuera del Local, cogimos un taxi y nos dirigimos a mi oficina, aunque para ser mas exacto, deberia decir al inferno, por la temperatura a la que se iba a poner en las dos siguientes horas.

Sabia de la belleza de las mujeres del norte, pero ni imaginaba que hicieran de esta practica sexual, un arte digno de un Dios.

Bueno, muy bueno

Espero la segunda entrega ansiosamente.

Un saludo

...

Entronado como un Dios, me tenia esta diosa de la sensualidad y del pecado carnal, cuando flotando en este pensamiento, me acordé que acababamos de instalar una camaras de vigilancia en mi oficina, por lo que le indiqué al conductor que cogiera la N-II, ibamos a bailar un Tango en el Zouk.

Metidos en el taxi, mi mundo seguia oscuro, pero pronto, mis manos iban a iluminar, dibujar, esculpir una figura en mi mente, que haria aumentar mis ansias de poseerla.

Le pregunté : ¿Por qué habia entrado en el baño conmigo?

Ella me contestó: Creo que puedo ser multiorgasmica, hoy quiero comprobarlo, y no te voy a dejar que en el primer asalto me dejes con la duda.

El taxi llegó a nuestro destino antes de lo que yo habia calculado, una vez en la habitación, le pregunte, si no le importaba, no encender la luz, a mi evidentemente me daba igual, pero queria que ella estuviese, en una situación similar a la mia, la seduccion, el roce, la temperatura, la humedad, las caricias, la tension contenida, no necesitan de las pupilas para hacerse mas intensas.

Le pedí que no se quitara nada y que se sentara en el borde de la cama.

Dejame que te vea, le pedi al oido. Se abrió el abrigo para que pudiera recorrer el relieve que habia llevado a la locura emocional de tantos foreros y me acerque a ella.

Recorrí su cara con mis dedos, tenia una cara simetrica, ojos rasgados y escoltados por largas pestañas, nariz afilada, si ser puntiaguda, su boca…………..,por dios.., su boca, tenia los labios carnosos, no grandes, pero si carnosos, cuando mi dedo pulgar llegó al labio inferior, ella los separo ligeramente, hice un movimiento circular recorriendo toda su boca, tipo anuncio de MARTINI, el ritmo de su respiración en ese momento, me produjo una ereccion casi instantanea, sabia…, ella sabia como provocar sin hablar, sin apenas moverse, era una especialista en el arte de la seduccion, controlaba los gestos, los movimientos, controlaba la quimica sexual, con una elegancia que asustaba.

Tenia una media melena que le llegaba, un poco mas abajo de los hombros, pelo semiondulado, suave. Bajé mis dos manos por su cuello, no pude detener mi tentacion de besarlo, mordisquearlo, era como el nacar, mis labios se deslizaban, uffffffff que subidon, ella echó la cabeza hacia atrás, le excitaba la idea de no saber a donde iria a parar este examen visual mio.

Llevaba una blusa de seda, cuello camisero y tenia 3 botones sin abrochar, que me decian que tenia delante de mi, un escote sexi y generoso, que ocultaban dos poderosas razones por las que mas de uno mataria.

Cuando bajaba mis manos por su torso, a buscar el primer boton abrochado de su blusa, mis muñecas y parte de la palma de la mano, rozaron el volumen y la forma de aquellas dos maravillas, tamaño medio, levantadas, excitadas.
Me olvidé del boton y mis manos rodearon aquellos pechos, todavía escondidos tras la seda. No llevaba sujetador, ni falta que le hacia, estaban como suspendidos en el aire, tenia los pezones como cartonpiedra, yo estaba encendiendo de nuevo.

Desabroché los 4 botones de forma continua, para luego descubrir a modo de telon , aquellas gemelas simetricas, hubiera dado un brazo por poder ver un par de segundos, pero fueron mis manos las que me proyectaron su imagen, simplemente sublimes, suaves, tenian una dureza especial y un tamaño perfecto a para mis manos.

Acerque mis labios a sus pezones, estaban ardiendo, ella gimió, sabia donde estaba yo, su mente la estaba ayudando a visualizar lo que estaba sucediendo. Sabian…….,no se a que sabian, sabian dulces, sabian a tierno, sabian a gloria, hubiera estado ahí toda la noche. Los gemidos de ella fueron aumentando, mi lengua estaba entabalando un juego de giros y caricias, parecia que tenian movimiento propio, agarraba su pechos con mis dos manos mientras mi boca se desbocaba y su pulso se aceleraba.

¡¡Por Dios no pares¡¡ exclamo ella, subí despacio por su cuello, queria besarla, queria que me deborara. Mi boca se encontro con sus dos petalos carnosos abiertos, era como un volcan ardiendo, humedo y gelatinoso, descontrolado, nuestras lenguas se fundieron en una sola, era magico electrizante, me mordió suavemente el labio inferior y de pronto se separó manteniendo un centímetro de distancia, intenté besarla de nuevo, y ella sujetó mi cabeza con sus manos, como negandome, la ansiedad por comermela ya no podia subir mas, pasaron un par segundos y entonces dejo que mi cabeza recorriera ese infinito centímetro para volver a besarnos.

Bajé mi mano despacio, acariciando su piel, su vientre, su ombligo, hasta tropezar con una fina tela que cubria el secreto mejor guardado de aquella diablesa. Estaba en plena ebullición, humedo, ardiendo y con unos microespasmos que invitaban a entrar directamente en su horno.

Pasé de largo iniciando un breve masaje por el interior de sus muslos, la suavidad de su piel, es algo para percibirlo, no para contarlo, se le erizó la dermis, abrio mas las piernas, dejando en primer plano, la cueva a la que todo pirata sexual aspira cuando se encuentra con una sirena como esta.

Sin apenas darme cuenta, me encotraba chupeteando su cuello, baje a sus pechos, luego su ombligo, algo me dirigia hacia su tesoro, era su mano, despacio, pero contundente, no dudó en indicarme cual era el siguiente paso, cuando mi barbilla rozaba con el bordado de su minitanga, me dispuse a despojar la telita de seda y comencé.

Con sus piernas sobre mis hombros, me fui acercando, de lado, besando su muslos, me grito “ EMPIEZA YA QUE ME MUERO”. Y mis labios se fundieron en su sexo. Los labios mayores estaban hinchados, mojados, calientes y gelatinosos, me contagiaba las contracciones, los movimientos de subida y bajada, aquello era la bomba, no paraba de gritar, yo cada vez iba mas rapido, introduje mi lengua varias veces, su interior quemaba, cuando la introduje dos dedos, soltó un grito que me asuste, pense que la habia hecho daño, “NO PARES, NO PARES”, seguí degustando aquel manjar, entonces pense que era el momento de jugar juntos a esta locura infernal y sexual en la que estabamos embarcados.

Me levanté y me quite la ropa que me quedaba, tardé un minuto, a ella le pareció una eternidad, me puse a cuatro patas sobre ella y posicionando mi pene sobre su sexo, le di continuidad a su excitación, las vibraciones y convulsiones retornaron enseguida, ella subio las piernas por encima del final de mi espalda y aprisionó su pecho contra el mio, fue cuando en un movimiento de destreza, la penetré tan profundo que por un segundo deje de sentir mi apéndice como mio.

Sentí como sus musculos atrapaban mi pene, y comencé con una cadencia suave, impetuosa, aumentando la presion según entraba, era gradual, ritmica, armonica y salvajemente melodiosa, este tango de mas de 8 pasos, iba a explotar en cualquier momento, las embestidas iban cada vez aumentando de velocidad e intensidad, su gemidos me ensordecian, “SI TE PARAS TE MATO” llegó a gritarme, yo ya no podia mas, nuestros cuerpos empapados de sudor, unidos se zarandeaban mutuamente, buscabamos el estallido, la explosión cosmica, subir tan alto en la angustia y deseo de vaciarnos, querer sujetarlo tanto, que todas las tensiones corporales podian romperse o derivarse en un orgasmo salvajemente bestial, salvajemente animal.

Joder,Joder,Joder ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, fue el momento de ella, bueno uno de los tres que tuvo, crei que se iba a partir en dos, casi no podia sujetarla, estaba enloquecida, su espasmos eran incontrolables, como si un rayo hubiera descargado con toda su fuerza.

Yo no pude sujetarme mas y sentí un impacto interno indescriptible, pensé que me rompia, la sensación fue de un intenso calor que recorrió mi cuerpo de abajo a arriba y de dentro a afuera, vaciando toda mi tensión acumulada, juraria que en ese momento vislumbre su cara en mi retina.

En ese momento eramos un solo cuerpo traspasandonos una colosal y electrizante carga de sensaciones y bienestar, dignas del mejor infierno para mortales que pudiera existir.

No paré hasta que su cuerpo, estuvo exhausto, quieto, abandonado, estaba agotada, al limite, como moribunda, nuestros cuerpos ardian, el tornado sexual que ella generó habia desaparecido, dejando las secuelas de tan celestial fenómeno.

La cogí entre mis brazos, casi no reaccionaba, podia ver su escultural cuerpo, mi mente agradecida, era generosa con mis neuronas imposibilitadas de la visualizacion, tuve una imagen celestial de ella, los mas bello y delicado que un mortal podia tener en sus manos.

Me dirigí hacia la piscina climatizada, conocia la habitación de memoria, bajando por los pedaños, nos fuimos introduciendo lentamente en el agua, sumidos en un dulce, profundo y humedo beso.

El calor de nuestros cuerpos se disipaba por momentos y no queria dejar de besarla, la amaba en ese beso, y deseaba que durara eternamente. Perdió momentáneamente el conocimiento, me senté en las escalinatas con ella en brazos y empezaron a surgir lagrimas de mis ojos, por la angustia de saber que se iria.

Lloré amargamente mientras dormia entre mis brazos, el niño que todos llevamos dentro habia surgido a preguntar el porque de nuestra capacidad casi infinita para sufrir y tan limitada disfrutar, cuando crecemos.
Entre sollozos, le di gracias a Dios por haberme dado la oportunidad, de tocar el cielo con aquel angel celestial, la paz de esa sensación de agradecimiento me hizo sucumbir al cansancio, abrazado a ella.