No sabía donde colocar esto, así que lo hago por aquí, que creo lo más apropiado. No puedo dar ni nombres, ni fechas, ni nada de nada. Sabréis perdonarme. Tenía que compartir el como me he sentido –spalumi engancha- y por eso lo cuelgo.

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Cuando me mira, me ruborizo, me siento pequeño, indigno
Cuando me habla, mi mente se niebla, no coordina.
Cuando la hablo, balbuceo, me bloqueo
Cuando me toca, tiemblo, mis sentidos alucinan, sensaciones inexploradas
Cuando me acaricia, me siento un recién nacido

¿Pero, que son esos gritos?. ¿Dónde estoy?. Yo solo quiero volver a estar, a sentir.

Cuando se ríe, me contagia, y soy feliz. Muy feliz. Sin saber porque.
Cuando se desnuda, enrojezco. Empiezo a creer en Dios
Cuando se vuelve pícara, no se que hacer. ¿Es a mi?. ¿De verdad?
Cuando la acaricio me da miedo de romper, de profanar
Cuando me acaricia, cierro los ojos, me siento estallar, límite de mis sentidos

Todo está muy oscuro. ¿Dónde está la puerta?. Yo solo quiero volver a estar, a sentir.

Cuando mi pene erecto la busca... encuentra su boca. Su boca. Cual mecanismo infernal, quiere sacar su jugo, demasiado pronto... yo quiero gozar más y tiemblo. Tiemblo.
Cuando mis manos alcanzan sus senos, sus pezones erguidos, con altanería presuntuosa se manifiestan desafiantes... y me desarman.
Cuando me ofrece su sexo, húmedo, desesperado, oscilante, mi corazón palpita debocándose. Desbocándose para siempre jamás.
Cuando se agita, cuando se muestra salvajemente fuera de si, yo ya no existo. No soy consciente. No soy humano. Soy ella y ella yo.
Cuando la excitación se convierte en locura, cuando los jadeos nos ensordecen, cuando me pide todo, cuando no hay vuelta atrás, me dejo llevar definitivamente. El elixir de la vida, ese calor, ese fuego me recorre y fluye a la velocidad del sonido justo en el momento en que pierdo toda noción humana y me convirto en sensación.

Por favor, quiero salir. Quiero vivir. Yo solo quiero volver a estar, a sentir.

Cuando el clímax desciende, recobro aliento.
Cuando tiernamente nos acariciamos, nos besamos, recobro aliento.
Cuando baja ese calor, desciendo lentamente al aquí, recobro aliento.
Cuando nos vestimos, miradas furtivas, recobro aliento.
Cuando vuelvo a ser yo... me siento sucio.

...Y pago....


La camisa de fuerza me aprieta. Yo solo quiero vivir, solo quiero volver a estar, a sentir... quiero salir de aquí!!!!!. Yo no soy raro, yo no soy raro, yo no soy raro, yo no...

¿Por qué no me vale con follar?, ¿por qué tengo que hacer el amor?, ¿por qué necesito enamorarme cada vez?

Yo no soy raro... yo no soy raro... yo no soy...

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...me hizo gracia tu nick la primera vez que lo leí pero me parece "falso", tú no eres virtual, eres "real" como la vida misma, eres imaginario sobre el sentir tuyo y de los demás pero también eres realista en el alma de la vida...eres un romántico dentro del amor (algo con lo que me solidarizo) y eres perfecto en el uso de las combinaciones de las letras, tienes la rara habilidad de declarar en unas frases la influencia de nuestra forma de buscar la felicidad...
te felicito y sólo que sepas que me causa un placer íntimo, nunca mejor expresado, el saber que existe alguien que siente como tú...
no eres raro, eres diferente...
un abrazo

Estimado robert41, solo quiero agradecerte tus palabras que me han llegado muy adentro, me llenan de satisfacción y alimentan mi ego. Nada me gustaría más que algo de lo que dices fuera verdad. Pero no. No soy un romántico. Me conozco muy bien, demasiado bien. Ojalá!. Quizás si tengo el grave defecto de ver las cosas de una manera “distinta” a la mayoría. Pero ni eso me hace ser mejor, sentirme mejor ni ser más feliz.

Gracias amigo, por tus reconfortables palabras y tu solidaridad... nos vemos por aquí.


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