pequeños momentos... - Foro Spalumi

    
Foro Spalumi de información y opiniones sobre acompañantes  


Regresar   Foro Spalumi de información y opiniones sobre acompañantes
Registrarse Ayuda Comunidad Temas de Hoy Buscar
Live Girls SPALUMI TIEMPO REAL

Relatos Eróticos ¿Te sientes inspirado? Recreate!

Responder
 
LinkBack Herramientas Buscar en Tema Desplegado
  #1  
Antiguo 10-07-2009, 14:03
 Avatar de lara_madrileña
Baneado
 
Fecha de Ingreso: Jul 2009
Mensajes: 519
Gracias: 0
Agradecido 0 Veces en 0 Posts
Predeterminado

pequeños momentos...


Sólo hace unas horas que te has ido. Aún huelen a ti las sábanas húmedas, el aire del cuarto, mi cuerpo relajado.

Te recibí como me pediste. "Con las medias negras, depilada..." Antes de que vinieras preparé el escenario para ti. Puse sábanas de seda, esas que no uso casi nunca. Me bañé con esmero, me depilé por completo. Sábanas suaves, sexo suave. Esperé tras la puerta sin nada más encima que mis medias y unas gotas de perfume. El deseo traslucía en cada poro de mi cuerpo. Cuando te ví entrar te habría pedido que me penetraras allí mismo, en un frío pasillo, arrinconada contra la pared.

Pero la cama recién hecha era un campo demasiado tentador para desperdiciarlo: te conduje hasta él casi en volandas. Ante el lecho dispuesto me abrazaste, me besaste, sentiste toda mi ansiedad concentrada en mi lengua y en mis manos que abrían el cierre de tu pantalón para certificar tu propio deseo.

Esperé en la cama, tendida boca abajo, a que terminaras de desnudarte. Tu cuerpo sobre el mío encontró el acomodo que tan bien conoce, tu lengua en mi espalda dibujó los arabescos que me vuelven loca, tu sexo se apoyó en la entrada del mío buscando el camino que nos lleva fuera de nosotros.

-Vuélvete, quiero mirarte.

Obedezco y me vuelvo boca arriba para que tú, acomodado entre mis piernas, me explores mientras yo, con los ojos cerrados, disfruto de las sensaciones, sin saber por dónde vendrá la próxima: si me darás tus dedos para que te los lama, si tus dientes apretarán mis pezones justo hasta el límite del placer, si tu lengua bajará por mi vientre hasta ese sexo suave cuyos hinchados labios ya te esperan abiertos. Ahí te entretienes, mientras con los dedos exploras mis rincones más íntimos, tímidamente al principio, decidido después cuando sientes que no opongo resistencia. Mis dedos se entrelazan en tu pelo, mis gemidos amenazan con alarmar al vecindario, pero no quiero llegar tan lejos aún...

Te hago parar y tumbarte boca arriba y ahora soy yo la que se acomoda sobre ti, jadeando de deseo, ansiosa de hacerte tantas cosas que no sé por dónde empezar. Ofrezco mis pezones a tu lengua ansiosa, sólo para volver a quitártelos y recorrerte yo misma con mis labios, dejándote un rastro de saliva, besando, lamiendo, casi devorando. Mis pechos se encuentran con tu sexo, lo acomodan, lo acunan, lo sienten palpitante: deseoso de mi boca que ávida lo acoge, lo traga hasta donde puede, lo viste de saliva, lo deja dispuesto para el siguiente asalto: de súbito me incorporo, me arrodillo sobre la cama, cruzo los brazos sobre la almohada. Así ofrecida, tu sexo tantea mi humedad como un pincel mezclaría una acuarela, suavemente y rozando... y de pronto se clava en mí casi con violencia, hasta el fondo, arrancándome un grito... sigues entrando y saliendo, no resistes la tentación de darme unas palmadas en las nalgas que recibo con gemidos ahogados... y de pronto todo se para.

Pero no, no te has detenido. Ahora son tus dedos los que me penetran. ....................................................................................................................................................
?Cuantos?no lo sé. Salen, entran, su roce y el choque con las paredes de mi vagina están a punto de enloquecerme. Llega un momento en el que no sé dónde estoy. Me corro una, dos, tres veces. Chorreando muslos abajo, empapando las sábanas de seda. No lo soporto más y a la vez querría que no acabara nunca. La almohada sofoca mis gritos y de pronto me echo a llorar de puro placer.

Durante un rato no soy dueña de mi cuerpo. Es como si fueran de otra mis movimientos, mis latidos, el río que me baja entre las piernas. A mi lado, me acaricias y me acunas, casi sorprendido a pesar de las muchas veces que me has dado esa pequeña muerte con tus manos. Vuelvo a ponerme boca arriba y te pido que me penetres de nuevo, con delicadeza esta vez, meciéndonos juntos, mirándonos a los ojos y abrazándonos. Dándonos las gracias por estos pequeños milagros.
Citar
  #2  
Antiguo 10-07-2009, 19:02
 Avatar de lara_madrileña
Baneado
 
Fecha de Ingreso: Jul 2009
Mensajes: 519
Gracias: 0
Agradecido 0 Veces en 0 Posts
Predeterminado

Re: pequeños momentos...


..mm..de quién si no?)
agua de gio está muy bien ehh ..
Citar
  #3  
Antiguo 18-07-2009, 11:10
Primeros pasos
 
Fecha de Ingreso: Jun 2007
Género:
Mensajes: 10
Gracias: 0
Agradecido 0 Veces en 0 Posts
Predeterminado

Re: pequeños momentos...


Es el qué, pero es el cómo también. Detrás de esta escritura hay alma. La foto es atractiva y sugerente, pero palidece junto al qué y al cómo del relato. Sin ella también querría conocerte ya mismo. A lo mejor un día me atrevo a mezclar alma y sexo. Ojalá pueda ser contigo.
Citar
  #4  
Antiguo 12-01-2010, 00:31
 Avatar de High
Diplomado en Lumis
 
Fecha de Ingreso: Oct 2007
Género:
Mensajes: 345
Gracias: 6
Agradecido 11 Veces en 7 Posts
Predeterminado

Re: pequeños momentos...


Que diablos, esta me la acabo.

Saludos
Citar
  #5  
Antiguo 12-01-2010, 00:52
 Avatar de lara_madrileña
Baneado
 
Fecha de Ingreso: Jul 2009
Mensajes: 519
Gracias: 0
Agradecido 0 Veces en 0 Posts
Predeterminado

Re: pequeños momentos...


Cita:
Iniciado por High Ver Mensaje
Que diablos, esta me la acabo.

Saludos
;):angel11:..hasta el final eh..
Citar
  #6  
Antiguo 12-01-2010, 17:45
Párvulo
 
Fecha de Ingreso: Dec 2009
Género:
Mensajes: 77
Gracias: 0
Agradecido 0 Veces en 0 Posts
Predeterminado

Re: pequeños momentos...


Acabo de correrme gracias a tu magnífica montura. Tú y sólo tú sabes darme lo que me gusta, cuáles son los movimientos y qué momentos hacerlos. Me gustas tanto, te deseo tanto que mi sexo lejos de relajarse mantiene su dureza, su firmeza, su grosor. Me encanta volver a entrar dentro de ti, estaría ahí toda mi vida. No me cuesta ningún trabajo volver a penetrarte, estás chorreando de placer. Notas como va entrando suavemente, verdad? Lo noto en tu cara, en tus ojos entre abiertos. Ante esa imagen no me queda otra opción que sonreir y besarte suavemente volviendo a buscar tu lengua con la mía. Notas mis movimientos leves, apenas entro y salgo, pero lo sufieciente para que notes que volvemos a ser uno. Nuestro beso pasa a ser más apasionado lo que provoca que mi cintura empiece a moverse más y más rápido. Empiezas a gemir de nuevo en mi boca. Me encanta provocártelo. Cada vez lo hago más fuerte, hasta que la saco entera y paro durante dos segundos que se te hacen eternos. Pero veo que compensa cuando la vuelvo a meter de golpe. Llevo tus piernas a mis hombros y empiezo a moverme con mucha fuerza. Me gusta oir el choque de nuestras cinturas. Yo también comienzo a jadear. Es tanto el placer que siento contigo que no quiero que acabe nunca. Quiero follarte sin parar. No sé cuántas veces te has corrido ya, he perdido la cuenta, pero esto no ha hecho más que empezar. Te susurro algo al oído “ponte a 4 patas”. Me sonríes y me besas. Estos dos gestos me dan tanto placer como el que me das con tu entrepierna, me tienes conquistado. Con esa sonrisa te das la vuelta y te colocas en esa postura. Sabes que me fascina y que no tardaré en volverme a correr. Me pongo detrás tuya y vuelvo a entrar en ti sin ninguna dificultad. Me agarro a tus caderas que me vuelven loco y empiezo a moverme suave al principio, como siempre, como sé que te gusta, para ir aumentando el ritmo. Me sujeto ahora a uno de tus hombros para imprimirle más fuerza si cabe. Mis gemidos son ahora gritos que deben de oirse por todo Madrid. Tú estás chorreando de placer de nuevo. Es increíble pero no paras de enlazar un orgasmo con otro. Ya no aguanto más y me corro. Notas las palpitaciones de mi polla dentro de ti y las aprovechas para alcanzar el siguiente y último orgasmo… hasta el momento. Nos volvemos a tumbar, apoyas tu cabeza en mi pecho. Por favor, que se pare el mundo ahora mismo
Citar
  #7  
Antiguo 13-01-2010, 23:09
 Avatar de lara_madrileña
Baneado
 
Fecha de Ingreso: Jul 2009
Mensajes: 519
Gracias: 0
Agradecido 0 Veces en 0 Posts
Predeterminado

Re: pequeños momentos...


Cita:
Iniciado por jfacman Ver Mensaje
Acabo de correrme gracias a tu magnífica montura. Tú y sólo tú sabes darme lo que me gusta, cuáles son los movimientos y qué momentos hacerlos. Me gustas tanto, te deseo tanto que mi sexo lejos de relajarse mantiene su dureza, su firmeza, su grosor. Me encanta volver a entrar dentro de ti, estaría ahí toda mi vida. No me cuesta ningún trabajo volver a penetrarte, estás chorreando de placer. Notas como va entrando suavemente, verdad? Lo noto en tu cara, en tus ojos entre abiertos. Ante esa imagen no me queda otra opción que sonreir y besarte suavemente volviendo a buscar tu lengua con la mía. Notas mis movimientos leves, apenas entro y salgo, pero lo sufieciente para que notes que volvemos a ser uno. Nuestro beso pasa a ser más apasionado lo que provoca que mi cintura empiece a moverse más y más rápido. Empiezas a gemir de nuevo en mi boca. Me encanta provocártelo. Cada vez lo hago más fuerte, hasta que la saco entera y paro durante dos segundos que se te hacen eternos. Pero veo que compensa cuando la vuelvo a meter de golpe. Llevo tus piernas a mis hombros y empiezo a moverme con mucha fuerza. Me gusta oir el choque de nuestras cinturas. Yo también comienzo a jadear. Es tanto el placer que siento contigo que no quiero que acabe nunca. Quiero follarte sin parar. No sé cuántas veces te has corrido ya, he perdido la cuenta, pero esto no ha hecho más que empezar. Te susurro algo al oído “ponte a 4 patas”. Me sonríes y me besas. Estos dos gestos me dan tanto placer como el que me das con tu entrepierna, me tienes conquistado. Con esa sonrisa te das la vuelta y te colocas en esa postura. Sabes que me fascina y que no tardaré en volverme a correr. Me pongo detrás tuya y vuelvo a entrar en ti sin ninguna dificultad. Me agarro a tus caderas que me vuelven loco y empiezo a moverme suave al principio, como siempre, como sé que te gusta, para ir aumentando el ritmo. Me sujeto ahora a uno de tus hombros para imprimirle más fuerza si cabe. Mis gemidos son ahora gritos que deben de oirse por todo Madrid. Tú estás chorreando de placer de nuevo. Es increíble pero no paras de enlazar un orgasmo con otro. Ya no aguanto más y me corro. Notas las palpitaciones de mi polla dentro de ti y las aprovechas para alcanzar el siguiente y último orgasmo… hasta el momento. Nos volvemos a tumbar, apoyas tu cabeza en mi pecho. Por favor, que se pare el mundo ahora mismo
..la que te provocara escribir esto debería estar muy contenta..;)
Citar
  #8  
Antiguo 15-01-2010, 10:01
Párvulo
 
Fecha de Ingreso: Dec 2009
Género:
Mensajes: 77
Gracias: 0
Agradecido 0 Veces en 0 Posts
Predeterminado

Re: pequeños momentos...


Cita:
Iniciado por lara_madrileña Ver Mensaje
..la que te provocara escribir esto debería estar muy contenta..;)

Me lo has provocado tú con tu historia, tenía que continuarla. Estás contenta??????

Besos
Citar
  #9  
Antiguo 15-01-2010, 10:18
 Avatar de lara_madrileña
Baneado
 
Fecha de Ingreso: Jul 2009
Mensajes: 519
Gracias: 0
Agradecido 0 Veces en 0 Posts
Predeterminado

Re: pequeños momentos...


Cita:
Iniciado por jfacman Ver Mensaje
Me lo has provocado tú con tu historia, tenía que continuarla. Estás contenta??????

Besos
te aseguro q mucho...;)
Citar
  #10  
Antiguo 15-01-2010, 14:52
Párvulo
 
Fecha de Ingreso: Dec 2009
Género:
Mensajes: 77
Gracias: 0
Agradecido 0 Veces en 0 Posts
Predeterminado

Re: pequeños momentos...


La noche es larga, y esto no ha terminado aquí. Estás acostada sobre mi pecho y el tiempo está totalmente detenido, al contrario que tu mano que va acariciándome la pierna, subiendo por mi muslo hasta llegar nuevamente a mi polla que, aunque se ha relajado durante unos instantes, vuelve a endurecerse cuando la coges con tu mano. Vuelves a mirarme y a sonreír, eres muy juguetona, esa es una de las muchas cosas que me fascinan de ti. Vas bajando hasta colocar tu cara en mi entrepierna y ponerme la tuya en la mía. Este coñito ahora es sólo para mi y me lo voy a comer entero. Antes de ponerme manos a la obra tú ya has comenzado la faena metiendo toda mi polla entera dentro de tu boca. Me encanta sentir ese calor, el que me da estar dentro de ti sea por el lugar que sea. Decido dejar tu coño para luego y empezar a lubricarte el culo. Te lo abro bien y empiezo a lamer bien el ojete. Notas la punta de mi lengua abriéndose paso. Noto que te va gustando porque cada vez lo abres más, te inclinas más para que llegue más hondo. Mientras tanto sigues con tu chupa chups particular y único para ti. Empiezo a acercar un dedo a la zona que ya he lubricado algo con mi saliva. Va entrando poco a poco, sin forzar. Emites un leve gemido de placer al notar que te voy penetrando. Me vuelves a mirar y sonreír mientras me masturbas suavemente para volver a metértela entera en la boca. Cojo el lubricante y empiezo a embadurnarte, no quiero hacerte daño, solo lo justo. Ahora son dos dedos los que meto en ti. Creo que ya lo tengo a punto de caramelo. “¿Quieres que te folle el culo? Pidemelo”…
Citar
  #11  
Antiguo 10-03-2010, 06:59
Inactivo
 
Fecha de Ingreso: Mar 2010
Mensajes: 13
Gracias: 0
Agradecido 0 Veces en 0 Posts
Predeterminado

Re: pequeños momentos...


Cita:
Iniciado por lara_madrileña Ver Mensaje
Sólo hace unas horas que te has ido. Aún huelen a ti las sábanas húmedas, el aire del cuarto, mi cuerpo relajado.

Te recibí como me pediste. "Con las medias negras, depilada..." Antes de que vinieras preparé el escenario para ti. Puse sábanas de seda, esas que no uso casi nunca. Me bañé con esmero, me depilé por completo. Sábanas suaves, sexo suave. Esperé tras la puerta sin nada más encima que mis medias y unas gotas de perfume. El deseo traslucía en cada poro de mi cuerpo. Cuando te ví entrar te habría pedido que me penetraras allí mismo, en un frío pasillo, arrinconada contra la pared.

Pero la cama recién hecha era un campo demasiado tentador para desperdiciarlo: te conduje hasta él casi en volandas. Ante el lecho dispuesto me abrazaste, me besaste, sentiste toda mi ansiedad concentrada en mi lengua y en mis manos que abrían el cierre de tu pantalón para certificar tu propio deseo.

Esperé en la cama, tendida boca abajo, a que terminaras de desnudarte. Tu cuerpo sobre el mío encontró el acomodo que tan bien conoce, tu lengua en mi espalda dibujó los arabescos que me vuelven loca, tu sexo se apoyó en la entrada del mío buscando el camino que nos lleva fuera de nosotros.

-Vuélvete, quiero mirarte.

Obedezco y me vuelvo boca arriba para que tú, acomodado entre mis piernas, me explores mientras yo, con los ojos cerrados, disfruto de las sensaciones, sin saber por dónde vendrá la próxima: si me darás tus dedos para que te los lama, si tus dientes apretarán mis pezones justo hasta el límite del placer, si tu lengua bajará por mi vientre hasta ese sexo suave cuyos hinchados labios ya te esperan abiertos. Ahí te entretienes, mientras con los dedos exploras mis rincones más íntimos, tímidamente al principio, decidido después cuando sientes que no opongo resistencia. Mis dedos se entrelazan en tu pelo, mis gemidos amenazan con alarmar al vecindario, pero no quiero llegar tan lejos aún...

Te hago parar y tumbarte boca arriba y ahora soy yo la que se acomoda sobre ti, jadeando de deseo, ansiosa de hacerte tantas cosas que no sé por dónde empezar. Ofrezco mis pezones a tu lengua ansiosa, sólo para volver a quitártelos y recorrerte yo misma con mis labios, dejándote un rastro de saliva, besando, lamiendo, casi devorando. Mis pechos se encuentran con tu sexo, lo acomodan, lo acunan, lo sienten palpitante: deseoso de mi boca que ávida lo acoge, lo traga hasta donde puede, lo viste de saliva, lo deja dispuesto para el siguiente asalto: de súbito me incorporo, me arrodillo sobre la cama, cruzo los brazos sobre la almohada. Así ofrecida, tu sexo tantea mi humedad como un pincel mezclaría una acuarela, suavemente y rozando... y de pronto se clava en mí casi con violencia, hasta el fondo, arrancándome un grito... sigues entrando y saliendo, no resistes la tentación de darme unas palmadas en las nalgas que recibo con gemidos ahogados... y de pronto todo se para.

Pero no, no te has detenido. Ahora son tus dedos los que me penetran. ....................................................................................................................................................
?Cuantos?no lo sé. Salen, entran, su roce y el choque con las paredes de mi vagina están a punto de enloquecerme. Llega un momento en el que no sé dónde estoy. Me corro una, dos, tres veces. Chorreando muslos abajo, empapando las sábanas de seda. No lo soporto más y a la vez querría que no acabara nunca. La almohada sofoca mis gritos y de pronto me echo a llorar de puro placer.

Durante un rato no soy dueña de mi cuerpo. Es como si fueran de otra mis movimientos, mis latidos, el río que me baja entre las piernas. A mi lado, me acaricias y me acunas, casi sorprendido a pesar de las muchas veces que me has dado esa pequeña muerte con tus manos. Vuelvo a ponerme boca arriba y te pido que me penetres de nuevo, con delicadeza esta vez, meciéndonos juntos, mirándonos a los ojos y abrazándonos. Dándonos las gracias por estos pequeños milagros.
LA PASIÓN

Pétalos de rosas son tus manos recorriéndome,
Tu piel vistiéndome de anhelo,
Perdido en las caricias de tu pelo,
En el deseo que provocan tus labios rozándome.

Entre tus piernas atrapado,
A tus besos encadenado,
Suspirando entre tus pechos,
Sintiendo nuestros cuerpos uno.

Seguro y confiado,
Estremeciéndome en tu boca,
Entregándome en cada beso,
De las yemas de tus dedos preso.

En tu cintura un volcán,
Donde me quemo de pasión,
Ardiendo dentro de ti,
Donde nace la excitación.

Tú sobre mí, yo sobre ti,
Y cada rincón de la casa sirviendo de escenario,
Para dos amantes desconocidos,
Que se aman como está prohibido.

Yo sobre ti, Tu sobre mí,
Y cada rincón de la casa sirviendo de escenario,
Para dos amantes desconocidos,
Que se aman como enamorados.

Tu cuerpo guiando al mío,
El mío ordenando al tuyo,
Fresas en la boca,
Cada vez que nuestros labios se tocan.

Pétalos de rosas cubren las sábanas,
Sobre las que tu piel sigue vistiendo mi piel,
Nuestros cuerpos abrazados aplacan las llamas,
Del deseo que volverá de los labios rozándose.
Citar
  #12  
Antiguo 11-03-2010, 17:07
 Avatar de adrianita
Amiga del foro
 
Fecha de Ingreso: Jul 2009
Ubicación: Madrid
Género:
Mensajes: 1,789
Gracias: 4
Agradecido 20 Veces en 19 Posts
Enviar un mensaje por ICQ a adrianita Enviar un mensaje por AIM a adrianita Enviar un mensaje por MSN a adrianita
Predeterminado

Re: pequeños momentos...


necesito tu calor necesito tu amor necesito tu mirada como el rocio de la mañana.
__________________
By Adrianita Venezolana
Citar
Responder

Barra de navegación inferior
Regresar   Foro Spalumi de información y opiniones sobre acompañantes

Etiquetas
momentos, pequeños


Usuarios viendo actualmente este hilo: 1 (0 miembros y 1 visitantes)
 




Somos el foro de información y opiniones sobre acompañantes más antiguo de España. Todas las experiencias y opiniones que aparecen en spalumi.com son realizadas por usuarios reales de acompañantes en España. Puedes ver todas las experiencias de nuestros foreros dentro de cada provincia de España en los siguientes enlaces: acompañantes Madrid, acompañantes Sevilla, acompañantes Coruña, acompañantes Alicante, acompañantes Barcelona, acompañantes Burgos, acompañantes Bilbao, acompañantes Cadiz, acompañantes Córdoba, acompañantes Salamanca, acompañantes San Sebastian, acompañantes Málaga, acompañantes Murcia, acompañantes Orense, acompañantes Pontevedra, acompañantes Santander, acompañantes Valencia, acompañantes Zaragoza

Powered by vBulletin®
Copyright ©2000 - 2024, vBulletin Solutions, Inc.
Search Engine Friendly URLs by vBSEO 3.6.0
Ad Management plugin by RedTygerNavbar with Avatar by Motorradforum