Hola a todos, este es mi primer relato en este foro, puesto que no tengo experiencias con lumis comentaré lo más detalladamente posible una experiencia que me ocurrió hace dos años.


Yo estaba saturado con los exámenes finales de carrera y acababa de irme de un trabajo,además acababa de romper hace poco con una chica a la que quería mucho y tenía la cabeza y el ánimo bastante descompuesto, hasta que un día por la mañana me llama una prima mía y me comenta que estaba organizando una quedada en una casa rural y si estaba interesado en acompañarles, cosa que finalmente acepté a regañadientes.


Yo me considero una persona tímida al principio con personas que no conozco, y cuando me comentaron que la escapada a la casa rural iba a ser en plan parejitas, me volvieron a dar ganas de abortar la operación, aunque finalmente accedí, después de presentarme a todas las parejitas enamoradas caí en la cuenta de que había una chiquilla que venía sola sin compañero oficial, ella era una sobrina del compañero-marido de mi prima,algo calladita, discreta y con una sonrisa en la boca que enamoraría a cualquier hombre que se lo propusiera y desde el mismo momento que la observé por primera vez caí en la cuenta de que ya solo por ella y por su dulce presencia había valido la pena muchísimo haber accedido a ir allí, su nombre era Rosa ( o Rosita ) y tenía 21 añitos.


Al poco rato de los dos besos de cortesía cruzamos unas miradas cómplices y serenas en ese momento, alejándonos mentalmente un poco del bullicio que había allí montado, yo tenía pensado ir acercándome a su persona poco a poco de una manera discreta, pasar de alguna manera del gentío allí acontecido, aunque cual fue mi sorpresa (para bien todo hay que decirlo) que la que decidió en un momento determinado iniciar el acercamiento fue ella. Después de unas breves y amenas conversaciones acerca de nuestra vida y el quehacer diario en general, pasamos a hablar de otros temas más específicos como el amor y los sentimientos, yo entonces me sentía una persona mas cabal y pasé en cuestión de una hora de la actitud de apatía personificada a hacerme ver como uno de los hombres más felices de la faz de la tierra, todo esto escuchando su dulce y femenina voz y observando detalladamente su carita de lolita.


Después de hacer uso y disfrute de las bebidas alcohólicas que teníamos a nuestro alcance, el tiempo pasaba rápido y dieron alrededor de las cuatro de la mañana, la gente allí presente poco a poco se iban retirando para descansar, en un momento determinado me dijo si le apetecía que le acompañase a dar un paseo por el campo, cosa que no dudé ni un instante, ella cogió una linterna que llevaba y salimos de la casa, nos fuimos acercando poco a poco a unos árboles a pocos metros de distancia, y al poco de alejarnos ella dejó atras su timidez y atacó directamente, me susurró al oido unas palabras que en ese momento no me esperaba para nada: "estoy muy cachonda y quiero que esta noche termine de una manera especial y que no lo olvidemos en la vida", y sin mediar un segundo juntó su boca junto a la mía y nos dimos un beso bastante apasiondo dadas las circunstancias, luego nos tumbamos en el cesped y yo no estaba seguro si meterla mano en ese mismo momento, aunque al poco tiempo de gastar parte de nuestra saliva ella cogió mi mano derecha y la puso sobre sus pechos, a partir de ese momento fuí desatando toda la sexualidad que había en mi y poco a poco nuestros cuerpos fueron fusionándose.


Ella me empezó a morder la oreja y el cuello de una manera bestial y eso me puso super cachondo y acabó por volverme loco completamente,le levanté la camiseta que llevaba pegada al cuerpo por el sudor y le empecé a morder los pechos apasionadamente a mi modo de ver, haciéndola un poquito de daño, ella gemía de una manera sobrecogedora, y eso me hizo pensar que podíamos ser descubiertos por el resto de personas, ya que no estábamos lo suficientemente alejados de la casa, aunque a ella ese detalle no pareció importarle mucho, ya que al poco rato empezó a meterme mano en el paquete.


Yo ya le había quitado el sujetador e inmediatamete le quite el pantalón, ahí pude observar que llevaba un tanga amarillo de lo mas sugerente y sin mediar palabra ni pensamiento alguno me propuse quitárselo con la boca, cosa que hice sin mas dilación, ella seguía gimiendo de un modo sugerente, y le introduje mi lengua en ese coñito estrecho y cuasidepilado, entonces observé lo mojada que estaba, ella movía la pelvis sin parar y yo ya estaba lo suficientemente lanzado para hacerle pasar uno de los momentos más agradables de su vida, mientras relamía el clítoris de una manera circular con mi lengua decidí introducirle un dedo y lo iba moviendo poco a poco, ni que decir tiene que sus gemidos aumentaron de sonido y yo me abstraí completamente del peligro y de la posibilidad de poder ser descubiertos, esa posibilidad me empezó a resultar indiferente.


Al poco rato ella se levanto del suelo, y me dijo "me has hecho pasar un rato agradable, ahora yo voy a compensarte" y sin mediar palabra cogió mi miembro, lo acarició durante unos segundos, yo lo sentía con ganas de explotar aunque no deseaba todavía correrme,e inmediatamente se lo introdujo en la boca, me hizo durante dos o tres minutos una mamada espectacular, llegando en algún momento a introducírsela toda en la boca y bajando posteriormente a los testículos lamiéndolos de una manera muy agradable, después de hacer uso de esos lametones, le digo que podíamos hacerlo, yo omití la realidad de que no teníamos preservativos.


Aunque finalmente acabé comentándoselo el tema de los preservativos, ella me contestó que ya habíamos llegado demasiado lejos como para dejarlo ahí, que nos podríamos arrepentir, quien sabe si nos volveríamos a ver mas adelante, total que me tumbé encima de ella, y con su mano introdujo mi pene en su coñito cada vez mas mojado, las primeras embestidas fueron bastante despacio, hasta que al poco ella me dió unos cachetes en el culo y me dijó que por favor fuera mas rápido que quería sentirse mas y mas cachonda de lo que estaba, yo accedí al momento a cumplir sus órdenes y mis embestidas fueron mas y mas rápidas , al cabo de un rato iba sintiendo que me el esperma me iba subiendo y en cualquier momento podía correrme, a ella ese detalle no parecía preocuparle, pero yo pensé que no sería normal que eyaculase en su coñito, asi que cuando sentía que mis testículos estaban a punto de explotar la saqué de su coño y derramén un chorro de esperma sobre su vientre, en ese momento los dos jadeábamos por el esfuerzo físico que habíamos derrochado y por lo cansado que estábamos.


Al cabo de un poco ella se limpió de mi semen y yo me tumbé junto a ella, decidimos abrazarnos y estuvimos algunos minutos en lo que no comentamos palabra ninguna que yo recuerde, ni diálogo fluido, al rato me preguntó que como estaba y me dijo que había sido la experiencia más morbosa de su vida, asintiendo yo también en el mismo tono, juntamos nuestros labios, y poco a poco mi pene empezaba a despertar otra vez con el roce de su cuerpo y por sus caricias,volví a tocar su coñito otra vez y le introduje dos dedos,volviendo ella a gemir , y reciprocamente buscando mi polla a la que después de volver a acariciar introdujo en su boca y empezó a lamer lentamente hasta que volvió a coger un ritmo regular, así estuvo durante un tiempo, acariciándolo con su mano y jugando con su boca, yo ya no podía esperar mas y le dije que me volvería a correr si seguía así, a lo que contestó que la avisara cuando eso sucediese, como así hice finalmente.


En ese mismo momento ella se lo sacó de la boca y dejó que me corriera en su carita, cosa que a mi personalmente me puso mas cachondo de lo que ya estaba, posteriormente ella se volvió a limpiar, y me dijo que ya era tarde y que deberíamos regresar a la casa rural e irnos a dormir , cosa que hicimos en completo silencio y por separado para no levantar sospechas, era ya muy tarde y todo el mundo dormía, primero entró ella y luego hice yo lo propio al rato.



No pude pegar ojo en toda la noche, y al día siguiente nos levantamos extrañados y somnolientos, y fue muy raro porque actuamos como si nada hubiera pasado, yo me acerqué a ella para preguntarle que tal, y la noté algo fría conmigo, pero poco a poco la cosa cambió y conseguí que me diera su número de movil.
Decir que al poco tiempo volví a quedar con ella, aunque la cosa ya nunca sería igual, todavía la recuerdo con cariño por aquella noche especial.

Felicidades



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