Sevilla tiene ...

Bajó del Ave en Sevilla con su contrato de tres días apretado contra su pecho, no se conocían pero habían intercambiado muchas conversaciones entre el msm y el teléfono. Aún así no lo dudó y su intuición le había advertido de que podría ser una experiencia enriquecedora.
Nada mas verla la pude reconocer, y lo mismo ella a mí. Fue un verdadero flechazo. Tomé su maleta de color rosa eléctrico y con un beso de bienvenida nos dirigimos al taxi, eran las 16,30 y ella no había comido todavía.
Dejamos la maleta y nos fuimos a buscar algo para comer, no hay problema en Sevilla pues las tapas son buenas y generosas. Buen vino y comida agradable fueron el preludio de una velada que se adivinaba como buena. Y fue cierto, culta, exquisita y con un don natural para la conversación hicieron de Ruth un hallazgo mas que interesante.
Toda ella exhalaba, paciencia, una buena dosis de belleza y una cabeza privilegiada. Mantener su nivel y calidad en la charla pronto se me antojó como una tarea titánica que exigía toda mi atención, así que abandoné toda esperanza de superarla en ese ámbito y me dediqué a saborear ese placer como pocas veces he tenido ocasión. Y fue maestra en ese arte y viendo Sherezade que amanecía se retiró a sus aposentos; si, así como en las mil y una noches se me antojó ella.
Llegó la noche y pude bañarla con total dedicación, durante largo rato el agua tibia descendía una y otra vez sobre su cuerpo. Deslicé la esponja y no deje rincón sin agua ni jabón. Luego me tomé el mayor tiempo posible para secarla, de forma lenta fui aprendiendo cada curva de su cuerpo y finalmente la rodeé con una toalla seca le puse un poco de crema hidratante y se tumbo al lado izquierdo de la cama.
Con suavidad retiró la toalla y comenzaron las caricias, los besos largos, al principio tímidos, luego “in crescendo” apasionados fueron recorriendo ambos cuerpos hasta lograr la excitación necesaria. De pronto noté que su vientre palpitaba, que su respiración se entrecortaba y tomándome del pelo me apretó contra su cuerpo. Luego un silencio que no pudimos romper en un buen rato. Quizá hubo transgresión de un pacto no escrito, pronto lo sabría. Ella ahora me daba la espalda, sus piernas ligeramente encogidas. Así pues me acerqué con mucho cuidado, doble las piernas como ella y me pegué a su cuerpo, sin apenas movimiento esperé su reacción y esta fue buena pues terminó por rellenar los huecos que dejara apretándose a mí. Y sonreí en silencio conjurando los miedos que un rato antes tenía.
A la mañana siguiente me levanté temprano y Ruth se quedó en la cama, con un mohín de su cara me dijo –Vete tú, y así yo mientras duermo un poco mas y cuando vengas ya estaré duchada- Y así fue.
Hacia el mediodía contratamos un barco y navegamos por el río Guadalquivir y pude ver como disfrutaba tanto de la travesía como del momento.
Paseos y fotografías así se nos pasó el segundo día. Ya cansados después de comer una pequeña siesta para reponer las fuerzas, luego fijar un nuevo objetivo, el barrio de Triana y el Rocío que llega con sus carros y ya con la gente cansada del camino.
La Hermandad del Rocío de Sevilla nos acoge y junto a ellos acompañamos a la Blanca Paloma en su tránsito por Sevilla ¡ Ole ni niña que guapa está ¡ Le decían sin cesar, entre salves rocieras, palmas, y sevillanas llegamos al último destino de la Virgen Blanca y cual nuestra sorpresa cuando nos dejan pasar junto a los Mayorales de la Hermandad al recinto interior de la Iglesia, fuera se quedaron miles, dentro unos pocos elegidos que se abrazan y se emocionan, se entregan estandartes, entre canciones a cual mas emotiva, hay verdadera pasión y conscientes de que solo somos invitados nos retiramos muy despacio hacia atrás, yo detrás de ella agarro su cintura y noto que esta llorando de emoción beso su pelo y creo que alguna lágrima cayó en su cabello. Fueron momentos muy intensos entre dos personas. Ya cuando salimos era hora de cenar buscamos y apenas hablamos sino para decir -¿Recuerdas cuando…? ¡Que fuerte! Te ví llorar. ¿ a miiii? Eres blandiblue jaja.
Luego una copa donde ya nos conocían de otros días, ya sin pedir nos las pusieron delante y no paramos de reir, su mirada penetrante me aturdía, anulaba mi voluntad mientras su mano se entrelazaba con la mía.
No quiero ir a casa, me quedaría aquí por mucho tiempo, me dijo. Estoy como de vacaciones, he desconectado de Madrid totalmente y me parece mentira. Asentí. Pues nos quedamos y en paz. Mas risas y relámpagos en la mente que ciegan mi razón.
Luego en nuestra habitación y conscientes que mañana todo se acababa nos quedamos dormidos, estábamos agotados, no sin antes una promesa firme, despiértame como tú sabes. Y así lo hice, con total placer y una sonrisa recibió mis atenciones y yo las suyas. Son las 11,30 cielo hay que levantarse,- Un poquito más, por favor- ¿ Como negarle nada a una auténtica rociera?
Ella después a Santa Justa yo al aeropuerto de regreso a mis soledades que en esta etapa de mi vida me acompañan, se empeñan en no abandonarme y hago todo lo posible por ahuyentarlas.
Fui feliz con un contrato de tres días. Me reveló cosas que aunque las había presentido nunca las había imaginado como propias. Por ello Gracias Ruth. Te debo una.
No lo olvidaré.