Respeto ante todo los seres del mundo. No más golpes, no más humillaciones, no más violaciones, no más llanto, sí en este mundo existiera el respeto a la vida sería una bendición. Responsabilidad de por vida con sus actos y deberes, no abandonar a tu hijo, no comprar el amor, no matar por poder, sociedad corrompida carcome al pobre y engorda al rico.
Sí en este mundo lo primordial fuera la responsabilidad sería una bendición. Amor incondicional sin esperar que te regalen y te sirvan para algo, intervenir ante las injusticias, llorar sentir el dolor ajeno, desvanecerse al ver seres tan desafortunados, amar así te hagan daño, el amor sólo cuatro palabras y en ellas esta la salvación del planeta tierra. Sí en este mundo reinara el amor sería lo mejor de la galaxia.

Prudencia al hablar, algunas palabras son tan fuertes que cicatrizan de por vida, tu corazón lo sientes bombear tan fuerte que crees que se te va a salir o a estallar. Sí en este mundo no calumniáramos, no nos dejáramos manejar por esa ira que hiere y mata, viviríamos en paz.

Caridad, bondad, brindar esa limosna… ¡No lo que nos sobra! sino lo que sirve desprendernos de cosas materiales que queremos; regalar sonrisas, saludos amables y miradas sinceras. Sí en este mundo no invadiera la envidia estas cualidades resplandecerían y nuestros rostros expresarían tranquilidad.

Sí no existiera esa moneda, ese billete, ese pedazo de papel creado por el hombre en los remotos tiempos, sí no existiera la plata por culpa de ella hay muertes, infamias, se compra hasta la conciencia de los hombres, el amor y la belleza, ¡OH! que diferente sería este mundo sin este cochino dinero, no habría tantos muertos de hambre, ni tantos alimentando su ego convencidos que el oro comprará parte del cielo.

Capitalismo, politiquería, socialismo, leyes absurdas que cumplir, una justicia creada por los más injustos seres humanos, unas cuántas ideas buenas huyendo entre el monte y la selva, unos periódicos falsos, unas noticias compradas, unos barrotes cubriendo a muchos inocentes, unos latigazos de acero contra la verdad y la lucha por la igualdad de derechos humanos, todos somos iguales merecemos las mismas oportunidades, posibilidades de estudio vivienda y trabajo.
Pero en este mundo los pocos que rigen las naciones carecen de respeto, responsabilidad, amor, prudencia, caridad, bondad; sus almas han sido compradas por el diablo de lo material y superficial. El pobre es tan rico que es feliz en su humildad, el rico es tan desgraciado que nada satisface sus necesidades.

El pobre cuenta, con tomar un plato de sopa tranquilo en su choza, el rico no puede tomar ni un agua de panela en paz, sin estar prevenido que lo van a envenenar. El pobre inclina su cabeza sin sentirse menos que nadie la inclina al creador. El rico en su altivez y orgullo prefiere morir con tal de guardar las apariencias.

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No hay nada imposible, porque los sueños de ayer son las esperanzas de hoy y pueden convertirse en realidad mañana.

Muy cierto y muy profundo. Nos esforzamos en ignorar o enmascarar muchas de las cosas que nosotros mismos hacemos para que el mundo no tenga todas las cosas buenas que podría tener.
Pero, a pesar de nosotros, las tiene.