Vamos a hacer una cosa - Foro Spalumi

    
Foro Spalumi de información y opiniones sobre acompañantes  


Regresar   Foro Spalumi de información y opiniones sobre acompañantes
Registrarse Ayuda Comunidad Temas de Hoy Buscar
Live Girls SPALUMI TIEMPO REAL

Relatos Eróticos ¿Te sientes inspirado? Recreate!

Responder
 
LinkBack Herramientas Buscar en Tema Desplegado
  #1  
Antiguo 19-06-2017, 14:09
Párvulo
 
Fecha de Ingreso: Apr 2012
Ubicación: Madrid
Género:
Mensajes: 81
Gracias: 5
Agradecido 38 Veces en 15 Posts
Predeterminado

Vamos a hacer una cosa


Cinco lunas ya desde que se acabó. ¿Y yo? Yo: como lloraba Chavela
Yo quiero luz de luna
Para mi noche triste
Para soñar divina
La ilusión que me trajiste
Para sentirte mía, mía tú
Como ninguna
Pues desde que te fuiste
No he tenido luz de luna.

Bueno, hay más mucho más, pero no sé si comentarlo.

Entre el cielo y el suelo hay algo
con tendencia a quedarse calvo
de tanto recordar
y ese algo que soy yo mismo
es un cuadro de bifrontismo
que solo da una faz
la cara vista es un anuncio de signal
la cara oculta…

No he tenido luz de luna. Casi no hay cara oculta, la que ves es la que hay. Y no es de anuncio de dentífrico precisamente. ¿Cara? Pues esta, ¡Ah! bifrontismo, pues dos caras, două fețe, como tú me dijiste (para que me entiendas)
Y como algunas veces, aunque duermo poco,a veces hasta sueño: “No soy rockero todo el día: paro para dormir”. Lemmy Kilmister. 24-12-1945, 28-12-2015. Parecía inmortal el líder, vocalista y bajista de Motorhead.

Y como me cuesta tanto olvidarte. Pues me acuerdo de aquel día. Bueno, un viernes de mediados de agosto de 2015. Llegaste a última hora de la mañana, traías un Xara azul con matricula de Barcelona. - “hola guapo” (mentirosa) ¿Qué haces? Pues esperarte. Espera que aparco.
Llegaste con tus chanclas, el minúsculo pantalón vaquero corto y una camiseta top cortita blanca, el bolso negro enorme y una bolsa con los taconazos.
Que te parece si estamos más tiempo. Me tengo que ir a la playa, con mi hijo y no sé cuándo nos volveremos a ver. Cuando yo vuelva tú te habrás ido a tu país. -Vale.
¿Y tu coche? -Donde le gusta estar, en el taller, tiene averiado el cambio automático, ahora que me voy de viaje. Cosas que pasan.
Registro en el hotel con tu documentación, ante la impasible mirada de la señora con la sombra de ojos hasta la oreja. Ascensor hasta la segunda planta. Sintiendo el olor raro de esos ambientadores que se usan allí. Recorrimos el largo y lúgubre pasillo con la tenue luz morada que sale desde el suelo iluminando las extrañas figuras de hierro forjado y retorcido, a cualquier cosa se le llama arte.
¡Joder! Con la luz morada. -Ya sabes que el color morado es el color de las putas. No digas eso. Cuando llegamos a la habitación, la doscientos… La de casi siempre.
¿Ponemos el aire? -Sí, sí. No muy frío por favor. Yo vengo recién duchado. Pero ya sabes. -Si yo también. Tengo mi jabón, este de aquí, es como el que uso para limpiar los motores. De poco sirvió la suma de un cuerpo tan tosco con otro tan bonito y pequeño, no cogíamos los dos. Pero, te metiste en la ducha. - ¿Cómo aguantas el agua tan fría? Después de intercambiar las manos como esponjas cruzadas, la ducha seguía siendo pequeña. Espera que salgo que nos vamos a caer.
Un secado rápido y yo me llevé mi toalla. Ya sabes lo que pasa. ¿Me vas a hacer sudar? -Si claro, como siempre. Te dejo sola, yo sé que te gusta la intimidad en este momento. Mientras volvías a poner jabón en la entrepierna con la palma de la mano derecha para lanzar agua humeante a la que habías subido la temperatura. Quien fuera esa agua para lanzarse contra tu sexo y arrastrar la espuma.
Cuando volviste, estaba tumbado en la cama, esperándote. Ahí te he dejado eso, en la mesa debajo de mi cartera. Seguro que en un rápido vistazo ya habías visto que había un 50% más de la tarifa prefijada. Para mí lo valía. -Vale, no te preocupes luego lo cojo. Ya tenías preparada la bolsa con los preservativos y las toallitas húmedas.
De un salto, lento, de los míos. Me levanté de la cama y te dije, espera. Déjame “hacer una cosa” y no tengas miedo. No te muevas, no te va a pasar nada. Brazo derecho a tu espalda y el antebrazo izquierdo detrás de los muslos, te cogí en brazos observando esos dos ojos claritos en los que me volví a bañar. Para acercarte a la cama, notando tu piel aun húmeda, para dejarte suavemente sobre la cama de la que ya había retirado la colcha y la sábana superior. Te tenía allí, a mi capricho. Me acerqué a tu oído y te dije: ¡Relájate! Busqué con los labios tu oreja derecha, luego la izquierda y seguí recorriéndote el cuello con los labios. Supongo que te llene de babas, como siempre. Pero nunca te quejaste.
Y así, bajando y bajando llegue a esos dos chiquititos pero apetecibles pechos, que me comía con lujuria. Mientras te miraba. Para seguir bajando y bajando. Al pasar el ombligo encontré la hilera de vello rubio, ese que te llega hasta el pubis, para dar acceso a tu magnifico monte de venus. Ya estaba bien posicionado para lo que quería hacer. Podía besar las caras internas de tus muslos era como estar viendo lo que hay en el centro de una mesa, eso da hambre y ganas de comer. Acaricie tus labios, los mayores, con los míos. Como no me dejabas besarte. Te lo dije una vez más, me voy a morrear con ellos, y así lo hice. Para seguir con los suaves vaivenes, que supongo no te gustaban, te intentaba penetrar con la lengua. Para hacer el circulito de succión aspiratoria del minúsculo granito sonrosado que conseguí desenfundar de su capuchón, sintiendo que ya hacía rato que había obtenido el sabor y el aroma de la esencia de una mujer. Continuaba al son del ronco tambor que tocaba el sol que se colaba por la rendija de las cortinas, pero me empezaba a cansar de recordar, lo que ya te conté; como me instruyó una lesbiana. Nunca podre saber, si fui un buen alumno. “Muy bien afeitado, que la piel con pelo de la cara nunca se acerque tanto que pueda ni rozar a la mujer, no tienes dientes y que nunca falte saliva”
Subí para recostarme boca arriba, a la izquierda de la cama como tú siempre quieres, (querías).
Te toca: Te acercaste, arrodillada sobre la cama, cuando los pechos miran al suelo te quedan un poco de punta, pero siempre son muy agradables. Te volviste a incorporar, para recogerte el pelo con un coletero apretándolo en un manojo. Eso; “que se joda el viento, mírame y báñate en mis ojos, que se joda el mar”.
El aperitivo me había endurecido y no necesitaba mucha estimulación. Te acercaste y empezaste a devorarme con tu sabia maestría. Pero qué. ¿Cómo? ¿Qué haces? No me has puesto preservativo. -Que te calles. Ahora sí que tocaba la luna, el sol y casi todos los planetas. Cuando la mordisqueaste lateralmente, como sabías lo que me gusta. Te tuve que parar un par de veces. Porque ibas a acabar conmigo. No recuerdo cuanto tiempo, pero sí que fue maravilloso.
Cuando pasó un rato y ya me notaste en la meseta con pocas reacciones. Me dijiste: - ¿” hacemos otra cosa”? Lo que tú quieras, si no es parar. Te fuiste a por los paquetitos cuadrados, mientras me levanté, para abrir y darle un largo trago a la fría lata azul y plata del toro rojo. Te acercaste con el condón fuera del envoltorio. Mientras seguía de pie, te arrodillaste ante mí para terminar de rematar la erección y enfundarla en el látex. ¡Para, quieta ¡Espera, eso no, ya sabes que no soporto tener a nadie arrodillado ante mí!
Volví a tumbarme en la cama y allí ya si me dejé hacer. Ya envuelto en goma. Levantaste la pierna izquierda para ceñirte a mí, como si te ajustases a una cabalgadura. ¿Lubricante? -No hace falta, él ya ha tiene hecho su trabajo. Descendiendo lentamente, sentí como me envolvía en tan pocos centímetros tu calor interno de mujer, que me hizo agarrarme con fuerza a la sábana cerrando furiosamente mis dos manos para evitar una explosión que sabía a mucho. Mientras me cabalgabas y tus empellones me trasladaban a otra dimensión. Enviando señales de placer como fulgurantes corrientes eléctricas que se expandían desde el centro del cuerpo hasta cada punta más externa de mi cuerpo grande y peludo.
Cuando te canses cambiamos, -vale que quieres, ¿a cuatro? Si. La visión era maravillosa. Con tu espalda tostada por el sol, menos la marca del tanga, quedaba arqueada para terminar en una cintura muy estrecha y se ampliaba hacía unas caderas que flanqueaban unas nalgas preciosas, hacia las que me acerque para empujar con fuerza controlada, como siempre. Que te triplico el peso y puedo ser muy burro. El cansancio, que aun con aire acondicionado (era agosto) empezaba a decir: aquí estoy. Nos llevó a cambiar al misionero. Con los brazos extendidos apoyados donde terminaba la almohada. Mirando esos dos pechos redonditos adornados por un oscuro y pequeño pezón delicatesen. Te dije: No tengas miedo no me voy a caer. Sería como dejarte sepultada bajo un dinosaurio de dimensiones colosales en comparación contigo.
Volví a mi lado de la cama tumbándome sobre aquella sábana que estaba chorreando por la acción de la transpiración.
Me dijiste: - “Hoy, vamos a hacer una cosa” mientras retirabas la barrera de látex de mi cansado miembro. -Te corres sin condón, pero en tu tripa. No me lo podía creer. Como te tenía al alcance empezamos un lento sesenta y nueve que me negaste al poco tiempo. - No, esto es solo para ti. Volviste a tu posición habitual, mientras te empleabas en succionarme con los labios, dándome una de las sensaciones más placenteras que recuerdo. Viéndome abocado al final; te dije: “cuidado”, giré sobre mi costado izquierdo y acercando la toalla que había empleado para irme secando el sudor que me habías provocado. La explosión venia y mientras me masturbabas te dije: ¡Mas fuerte por favor! Un ritmo frenético me llevo al final, apuntando hacia aquella toalla, esperabas cada uno de mis espasmos, para retraerme la piel al máximo hacia atrás y lanzar un chorro tras otro en la prenda blanca, que supongo era del tono que debían tener entonces mis ojos en ese momento.
Caí rendido, como escuchando la campana que marca el fin del último asalto y el combate. De otro trago se vació la lata, antes de estar un rato mirando al techo y viviendo fuera de este mundo. El tiempo se había pasado, pero para mí se había parado. Y volvimos a la ducha de retirada, individual esta vez y tu primero.
Al salir ya estabas vestida, tampoco podías tardar mucho en recomponerte y habías recogido todo. Ya vestido me senté en la cama y te senté sobre mi muslo, mientras te acariciaba la pierna. Me dijiste: -“Yo no tengo amigas ni amigos”. Vale, te entendí perfectamente. Siempre había que poner arena para que la cal no saturase la mezcla. Las cosas claras.
Tomé tu carita entre mis manazas sujetándote por las mandíbulas. Te hubiera acercado y te hubiera tragado por los labios. Pero siempre hubo un severo respeto de las fronteras.
¡No me falles! te pedí, mientras encendíamos un cigarrillo cada uno (nunca te gusto el camel) con aquel mechero morado. El del color de las… (todavía lo tengo)
Los 425 kilómetros hasta la costa fueron un suspiro, recordando lo que pasó aquel medio día, en aquel hotel que veo cada día desde la autopista y en que su letrero de color verde, cada día me evoca un momento de ese día al cerrar los ojos.
Y ahora me preguntas, ¿porque estoy así? ¿Por qué estoy más delgado? Cuando te veo en tu puesto, firme como un guardián con las gafas de sol, apoyada sobre la pierna izquierda, arqueada hacia atras, te lo permite tu peso ideal, con la pierna derecha semi flexionada y cruzados los brazos.
Puede que: por “estas cosas” y otras más. Puede que sea como un perro de color verde. Creía que estas cosas después de los veinte ya no pasaban. Sabiendo que hay cosas imposibles que no pueden ser. Me acuerdo más de ti que de alimentarme con las ganas de nada.

"Silencios que rompen el corazón
Ausencias como pruebas de fuego
Procuro darme fuerzas y no puedo
Viviendo siempre en mi pensamiento
¿qué estarás haciendo en este momento?
Espero que te acuerdes de mi
Yo sé, que tú y yo, así lo queremos
Nunca te olvidare

¡Pensando en ti…
No dura un huracán toda la mañana
¡Pensando en ti…"

ÁNGELES DEL INFIERNO

Última edición por carretan; 20-06-2017 a las 00:31
Citar
  #2  
Antiguo 23-09-2017, 08:31
Párvulo
 
Fecha de Ingreso: Apr 2012
Ubicación: Madrid
Género:
Mensajes: 81
Gracias: 5
Agradecido 38 Veces en 15 Posts
Predeterminado

Nueve lunas y muchas lagrimas despues, sigo sin olvidarte.
Se como resolver asuntos complicadisimos, pero con este...
De verdad que no sé como hacerlo, pero Te tengo que olvidar.
Que duro! Maldigo los malditos sentimientos
Citar
  #3  
Antiguo 05-10-2017, 12:11
Párvulo
 
Fecha de Ingreso: Apr 2012
Ubicación: Madrid
Género:
Mensajes: 81
Gracias: 5
Agradecido 38 Veces en 15 Posts
Predeterminado

Intentando pasar pagina


¡NO!, Ya no llevo refrescos ni aguas frías, ¿para que? Ya he pagado suficientes fantas. Solo una para TI.
Ya lo sabes, ¡si necesitaras beber! Recogería mis lagrimas para calmarte la sed. Con esas se acabaría esta sequía. Pero yo seguiría sin poder contarle esto a nadie.
Pero de poco vale eso, así que; "esto es lo que hay"

Tú siembra para ti, y más cuando me callo,

me callo lo que hay, lo que hay es lo que toca

y para tocar el corazón es mejor no abrir la boca.

a la altura del perejil se han quedado todos mis sueños,

me hago un vestido con todo lo que he perdido

y ya NO tiene sentido sonreír.

“Sobre una larga y solitaria autopista al este de Omaha
Con el sonido del motor, ronroneando cual si fuese una larga canción
Piensas en la mujer, la chica que conociste la noche anterior.

Y tus pensamientos pronto vagarán en la manera que siempre lo hacen
Cuando conduces durante dieciséis horas y no hay mucho más que hacer
No sientes muchos deseos de viajar, sólo quisieras que el viaje termine

Pero aquí estoy, otra vez en el camino
Aquí estoy, sobre el escenario
Aquí voy yo, jugando a ser la estrella otra vez
Ahí voy, pasa la página.

Te introduces a un restaurante a un lado del camino
Y sientes los ojos sobre ti, como si te sacudieses el frio
Pretendes que eso no te moleste, pero quisieras explotar

Algunas veces los escuchas hablar, otras veces no
Los mismos viejos clichés: ¿es eso una mujer o un hombre?
Y siempre parecieras estar rodeado, sin atreverte a superarlos.

Pero aquí estoy, otra vez en el camino
Aquí estoy, sobre el escenario
Aquí voy yo, jugando a ser la estrella otra vez
Ahí voy, pasa la página.

Afuera en el haz de luz, estás a un millón de millas
Cada onza de energía, tu tratas de entregar
Y el sudor corre por tu cuerpo, como la música que tocas
Ya al caer la noche, mientras sin dormir recostado estás
Con el eco de los amplificadores retumbando en tu cabeza
Mientras te fumas el último cigarro del día, recuerdas lo que ella dijo”
Bob Seger – “Turn the page”

Última edición por carretan; 05-10-2017 a las 12:17
Citar
  #4  
Antiguo 22-06-2019, 12:18
Profesor de Secundaria en Lumis
 
Fecha de Ingreso: Sep 2012
Género:
Mensajes: 854
Gracias: 867
Agradecido 1,229 Veces en 244 Posts
Predeterminado

Me gustaría tener la fluidez de verbo que gastáis algunos por aquí.
Citar
Responder

Barra de navegación inferior
Regresar   Foro Spalumi de información y opiniones sobre acompañantes

Etiquetas
cosa


Usuarios viendo actualmente este hilo: 1 (0 miembros y 1 visitantes)
 




Somos el foro de información y opiniones sobre acompañantes más antiguo de España. Todas las experiencias y opiniones que aparecen en spalumi.com son realizadas por usuarios reales de acompañantes en España. Puedes ver todas las experiencias de nuestros foreros dentro de cada provincia de España en los siguientes enlaces: acompañantes Madrid, acompañantes Sevilla, acompañantes Coruña, acompañantes Alicante, acompañantes Barcelona, acompañantes Burgos, acompañantes Bilbao, acompañantes Cadiz, acompañantes Córdoba, acompañantes Salamanca, acompañantes San Sebastian, acompañantes Málaga, acompañantes Murcia, acompañantes Orense, acompañantes Pontevedra, acompañantes Santander, acompañantes Valencia, acompañantes Zaragoza

Powered by vBulletin®
Copyright ©2000 - 2024, vBulletin Solutions, Inc.
Search Engine Friendly URLs by vBSEO 3.6.0
Ad Management plugin by RedTygerNavbar with Avatar by Motorradforum