Yo conmigo mismo y Ainhoa (recuperando mis post "borrados") - Foro Spalumi

    
Foro Spalumi de información y opiniones sobre acompañantes  


Regresar   Foro Spalumi de información y opiniones sobre acompañantes
Registrarse Ayuda Comunidad Temas de Hoy Buscar
Live Girls SPALUMI TIEMPO REAL

Relatos Eróticos ¿Te sientes inspirado? Recreate!

Responder
 
LinkBack Herramientas Buscar en Tema Desplegado
  #1  
Antiguo 27-01-2009, 12:10
Inactivo
 
Fecha de Ingreso: Aug 2006
Ubicación: Deslocalizado
Género:
Mensajes: 2,325
Gracias: 0
Agradecido 4 Veces en 4 Posts
Predeterminado

Yo conmigo mismo y Ainhoa (recuperando mis post "borrados")



Me encontraba en la ducha. En un hotel cualquiera, en una habitación traicionera. El gel, que me recorría la piel una y otra vez, no era capaz de desembarazarme de la fragancia de Ainhoa. Había calado dentro. Demasiado adentro. Y tenía que volver a casa. ¿Cómo iba a volver a casa así?. Hacia solo un instante que ella ya no estaba. Pero parecían horas. Días. Semanas. Meses. O quizás todo había sido un sueño. Si, un sueño. El día había sido horrible. Al llegar a la oficina, en mi despacho, me esperaba un empleado que con más de 100 kgs de peso y dos metros de altura me lloró como un niño, una y otra vez. Débil. Inseguro. Problemas con su mujer... Cuando por fin comencé a trabajar, un cliente se presentó de improviso. ¿Pero no estabas de luna de miel?. Más llantos. Me cuenta que a la semana de casarse y en pleno Caribe en luna de miel, descubre que su flamante esposa está embarazada de otra persona. Y también ha viajado con ellos sin que él lo supiera. Y él vuelve a Madrid y viene a desahogarse conmigo. Y ella ahora solo quiere sacarle dinero. Y yo allí, en un día especial para mi, animando. Deprimiéndome por dentro. ¿Por qué me pasa esto hoy precisamente?. Toda la noche sin dormir. Pensando en Ainhoa. Una figura desconocida en una mente familiar. Una personalidad interesante. Grandes expectativas. Esa noche en blanco, mi mujer intuye, con esa característica de instintito femenino, y decide que hay que follar. No es la noche de hacer el amor, si no de follar. Y aunque no tocaba, por proximidad a la anterior, toca. Y decide que si no podemos dormir, hay que follar toda la noche. Y lo consigue. Si alguien “me pone” en este mundo es ella. Si alguien me da placer de verdad, es ella. Con solo mirarme, consigue lo que ninguna otra mujer con todas sus técnicas y sus cuerpos esculturales. Y me siento culpable de lo que va a pasar al día siguiente. Y me prometo que nunca más. Nunca más...

Me estaba masturbando en la ducha, pensando en Ainhoa. Una y otra vez. Consiguiendo un orgasmo que parecía incompleto. Y volvía a masturbarme y al eyacular, volvía a sentir como si no hubiera eyaculado. Y a volver a empezar... Y pensaba en lo injusta que puede ser la vida a veces. Y en lo raro que me sentía. En la ducha. En un hotel cualquiera. En una habitación traicionera. Volvía a desparramar el gel por todo el cuerpo. Una y otra vez, pero la huella de Ainhoa no desaparecía. Había calado dentro. Demasiado adentro. Y tenía que volver a casa...

Recordaba los mensajes, las largas charlas telefónicas con Ainhoa. Recordaba la fuerte personalidad de un personaje sin cuerpo que me intimidaba. Si, me intimidaba. Yo que presumía de relacionarme con grandes personajes, sin complejos, una joven sin cuerpo ya me intimidaba. Quizás por eso me atraía de una forma extraña.

Y ahora estaba en la ducha, en un hotel cualquiera, en una habitación traicionera y al que no conocía era a mi mismo. Y pensaba en lo injusta que puede ser la vida a veces...

Recordaba como me acercaba a ponerle cuerpo a esa alma. Como me apresuraba por el hall del hotel, de ese hotel cualquiera, hacia los ascensores para evitar la pregunta de turno por un recepcionista aburrido en busca de diversión. Como mi corazón palpitaba y mi cabeza me decía que aquello era un error. Mi pene, incomprensiblemente, se reducía a su mínima expresión. Algo está pasando. Cuando localicé la habitación traicionera, no me atrevía a llamar. Escuché una voz al otro lado. Ella, estaba hablando por teléfono. Aquello era un error. Sabía en mi interior que no buscaba sexo por sexo. No solo era eso. ¿Qué coño estaba buscando?. La situación para mi era demasiado fría. ¡No puedes entrar ahí, despelotarte sin más y liarte a follar!. ¿O quizás si?. Armándome de valor, llamo a la puerta. Mi nerviosismo aumenta por momentos. En la habitación de al lado se oye un ¿pero quien llama?. Escucho a Ainhoa. Me dice “voy”. Me abre la puerta... y la veo!!!. Ya tengo cuerpo y alma. Y el cuerpo... es mil veces mejor de lo que me esperaba. Es de carne y hueso. Me gusta. Me gusta físicamente bastante. Y es una chica normal. Normal. No tiene pinta de Lumi y me encanta su cuerpo. Es lo que busco. Me animo y paso. Balbuceo. La digo que la doy un minuto para que se piense si quiere continuar o salir corriendo. Ahora ella también me conoce a mí. Posiblemente quiera salir corriendo pero probablemente no entienda mi balbuceo. La digo que cierre la puerta con llave que no la voy a dejar escapar. Solo entiende que cierre la puerta y me mira de forma extraña como si estuviera un poco loco...

Me encontraba en la ducha, de un hotel cualquiera, en una habitación traicionera y ella estaba en la habitación. Esperándome. Quizás pensando que yo era un tipo extraño. Se había sorprendido cuando la había dicho que nos ducháramos por separado. Y además que volviera a vestirse. Que saliera vestida. Totalmente vestida. Quizás no pudiera comprender que yo quería desnudarla. Si, poco a poco. No quería perder la magia de un solo golpe. Su cuerpo me encantaba. Pero quería descubrirlo poco a poco. Como se toma un buen vino. Era el segundo en la ducha y mi pene se encontraba –mejor dicho, no se encontraba- reducido a un estado que en mi vida podría haber imaginado. ¿Qué me estaba pasando?. Jamás en la vida me había ocurrido algo similar...

Al salir, sus besos me llevaron al paraíso... y más allá. Sus expertas y dulces caricias me llevaron fuera de este mundo. Sus miradas, su erotismo... mi polla comenzó a funcionar, no como siempre, pero si lo suficiente. Pero, la vida, puede ser injusta, a veces. En el momento de la penetración la erección, que existía, sí, no era lo suficiente. Y se perdía rápidamente. Algo dentro de mi cabeza no funcionaba bien. No lo sé. No sé que ocurrió porque nunca me había ocurrido algo similar. Lo que si se es que si alguna vez tenía que pasarme una cosa así, me alegro que fuera con Ainhoa. Todo fue muy fácil y con una naturalidad pasmosa. Me sentí arropado en todo momento. Hasta ella se echaba las culpas!!!. Como si nada hubiera pasado, ni yo mismo me preocupé y no le di importancia alguna. Todo lo contrario de lo que hubiera imaginado para esta situación que solo pasaba en las películas. Tanto es así que me atrevo a contarlo sin ningún tipo de complejo. Gracias Ainhoa, no sabes cuanto bien has hecho y lo que has ganado para mi como persona. Porque te salía de dentro, porque eres así y porque ojalá nunca cambies. Porque mereces mucho porque te has ganado mi respeto como mujer, como persona. Por como manejaste la situación, por lo bien que me sentí cuando tu si tuviste tu orgasmo –no fingido y que yo necesitaba que fuera así- pero sobre todo, por la inteligencia de tu conversación y la claridad con la que ves la vida –ya quisieran muchos maduros, te lo aseguro-

Me encontraba en la ducha, de un hotel cualquiera, en una habitación traicionera. Pensando que aunque lo intentamos por segunda vez la situación se repitió de la misma forma. Pensando en que incluso intentó rechazar mi dinero. Pensando que una cosa si tengo bien clara, no quiero volver a pagar por sexo ¿o sí?

Ahora, en mis largas noches de insomnio a veces recuerdo lo que pensaba en la ducha, en esa habitación traicionera de aquel hotel cualquiera sobre una persona extraordinaria: Ainhoa. Y por mucho gel que me rocíe soy incapaz de desembarazarme de esa huella que dejó en mí Ainhoa. Y en lo injusta que puede llegar a ser la vida a veces por no dejarnos tener una satisfacción completa, por poder llegar a tocar el cielo con la punta de los dedos una vez en tu vida y desaparecer de repente en una ocasión única e irrepetible. Pero no me importa demasiado, quizás he perdido una lumi y he ganado una amiga. O eso espero al menos. Eso vale cien mil veces más y evidentemente, no se paga con dinero... afortunadamente.

Citar
  #2  
Antiguo 27-01-2009, 20:39
 Avatar de Bailarin
Profesor de Primaria en Lumis
 
Fecha de Ingreso: Nov 2006
Género:
Mensajes: 694
Gracias: 15
Agradecido 22 Veces en 10 Posts
Predeterminado

Re: Yo conmigo mismo y Ainhoa (recuperando mis post "borrados")


joder virtu, me has puesto cachondo viendote en la ducha y poniéndote los calzones !!!!...me estoy preocupando

bueno, aunque ya había conseguido la proeza de leerlo hacia tiempo, reconozco que me ha vuelto a gustar y me ha vuelto a sorprender...thx amigo
Citar
Responder

Barra de navegación inferior
Regresar   Foro Spalumi de información y opiniones sobre acompañantes

Etiquetas
ainhoa, borrados, conmigo, mis, mismo, post, recuperando


Usuarios viendo actualmente este hilo: 1 (0 miembros y 1 visitantes)
 




Somos el foro de información y opiniones sobre acompañantes más antiguo de España. Todas las experiencias y opiniones que aparecen en spalumi.com son realizadas por usuarios reales de acompañantes en España. Puedes ver todas las experiencias de nuestros foreros dentro de cada provincia de España en los siguientes enlaces: acompañantes Madrid, acompañantes Sevilla, acompañantes Coruña, acompañantes Alicante, acompañantes Barcelona, acompañantes Burgos, acompañantes Bilbao, acompañantes Cadiz, acompañantes Córdoba, acompañantes Salamanca, acompañantes San Sebastian, acompañantes Málaga, acompañantes Murcia, acompañantes Orense, acompañantes Pontevedra, acompañantes Santander, acompañantes Valencia, acompañantes Zaragoza

Powered by vBulletin®
Copyright ©2000 - 2024, vBulletin Solutions, Inc.
Search Engine Friendly URLs by vBSEO 3.6.0
Ad Management plugin by RedTygerNavbar with Avatar by Motorradforum