Esto me pasó hará cosa de 12 años en un club de carretera, la historia fue que un amigo y yo elegimos un par de chicas con las que subir y una vez elegidas nos pasamos por caja para abonar el servicio y pagar las sábanas aparte.
El caso es que habia mucha gente en la cola, era como una especie de mostrador acristalado y la cosa iba lenta. La persona que estaba delante mía no hacía más que rebuscarse los bolsillos una y otra vez, y tras un rato se dirigió a mi y me dijo que si podía prestarle 100 pesetas para pagar el servico de las sábanas. Justo me pilló a mi con la mano en el bolsillo y tenía ese dinero, pues simplemente lo saqué y se lo dí y el me contestó que estaba muy agradecido y que me pasase el
próximo domingo por la parroquia que me lo iba a devolver del cepillo; la chica que venia conmigo y yo nos reimos un buen rato con el comentario, la verdad es que fue muy espontáneo y divertido, pero lo que nos dejó sin habla es que cuando subíamos por las escaleras hacia la habitación nos pregunto un chico que bajaba y nos había visto hablar con él:
"¿Qué se cuenta el cura?"