Ahora Jéssica
Nombre: Jessica
Recibe: por la Tamos
Edad: según el anuncio 20 (es posible)
Cuerpo: 7
Cara: 7 (le he dado demasiado pero creo que podría merecerlo si se arreglase)
Fuma: lo hizo a mi invitación
Oral: sin condón
Anal: no se lo propuse, casi seguro que sí aunque no se si al mismo precio
Tarifas: 45 1/2h, 80 1h
Higiene: hhhhhmmmmmmm, leed el relato, no demasiada
Implicación: 8
Recomendable: hhhhhmmmmmmm, leed el relato
Aunque es este un hilo algo antiguo mi experiencia con ella es reciente y aunque me dijo que se iba a Madrid todavía atiende por estos lares. Se hace llamar ahora Jessica pero entiendo que es la misma chica, tanto por el teléfono, las fotos, así como por los comentarios acerca de ella y el piso donde recibe.
Efectivamente es una chica española, joven, dice tener 20 años y es muy posible que no pase de los 22 o 23, cuerpo menudo, delgada y con unas tetas pequeñas y puntiagudas con pezón algo abultado (no es pezonaco)... vamos, como a mí me gustan. Al respecto no hay que explicar demasiado, es el cuerpo de las fotos pero con más imperfecciones al natural (algún granillo en culo y cara, pequeñas manchas, etc... nada serio, lo que viene siendo cualquier chica).
No siendo demasiado guapa de cara tampoco es fea, en este sentido podríamos tener un amplio debate pero en definitiva yo creo que lo que le falta es simplemente ir más aseada y arreglada, me recibió con el pelo bastante sucio y se nota que no se esmera en su cuidado personal, tiene pinta de fumadora de canutos barriobajera, pero vuelvo a repetir, bien arreglada, aún no siendo el tipo de mujer que hace girar la cabeza de los hombres, sí merecería un par de miradas soslayadas de deseo a su encuentro.
Estando cerca llamo al teléfono un par de veces y no contesta, al poco tiempo me hace una llamada perdida, vuelvo a llamar y me contesta una voz joven, me da la dirección (verdadera) pero no el piso, llamo desde abajo, me dice el piso y abre el portal, es una finca vieja (no desastrada) sin ascensor, creo recordar que está en un tercero. Cuando me abre la puerta y veo el panorama empiezo a pensar que la he vuelto a cagar, es esta una sensación que no desaparece del todo en el transcurso de la experiencia, pero, no sabría porqué algo de ella me atraía y no salí del trance insatisfecho.
Y ¿cual es el panorama?, pues un piso viejo y mas bien poco higiénico, el cubrecama es obsceno y para colmo anda por allí el novio (supongo). No se si trabaja ya con él (si es que antes lo hacía) y en cualquier caso mis temores de encontrármelo no se vieron justificados, pero escucharlo en la sala de al lado mientras te tiras a su novia...
En fin, ya en la habitación me informa de los precios, 45 1/2h, 80 1h, acordamos una hora y pago. Siempre me pasa lo mismo, no frecuento muchas lumis, va a temporadas, y creo que media hora se me hará corto (luego me sobra la mitad de lo convenido), además no me gusta regatear en estas situaciones, 80E es caro, pero es lo normal... si lo hace bien.
Una vez le pago sale de la habitación para darle el dinero al "novio", es ahí cuando lo escucho hablar... hhhmmmmmm, mal rollo. Ella vuelve enseguida y yo, ya desvistiéndome, espero que me lleve a asear (ambos), pero... hhhhmmmm, esperanza frustrada. No es que yo fuese sucio pero denota una falta de higiene que no me gustó. En fin, que me tumbo encima de una minúscula sábana que pone encima de la infecta colcha y ella se quita las únicas prendas que llevaba puestas, una camiseta y las braguitas, se acerca a mí sentándose en la cama para acariciarme y me pregunta qué me gusta, supongo que cuando preguntan eso esperan respuestas delirantes de todo tipo de guarreridas españolas y es el momento en que te aclaran si practican tal o cual disciplina sexual, pero como yo soy un tío muy normal le dije... eso, que lo normal. Ella aprovechó para decirme que era muy cariñosa, que iba a besar todo mi cuerpo, pero que de besos en la boca no muchos, piquitos. Por lo visto luego no recordó su máxima pues sí que se dejó hacer en este sentido, y aunque no con mucha lengua me ofreció sus labios abiertos y bastante húmedos.
Al instante de empezar la faena, besando mi abdomen, como había prometido, se levanta y me dice que tiene que ir un momento al lavabo. ¿Mal rollo?, si se hubiese repetido con frecuencia, sí. Pero no, no fue así. Todavía ahora quiero creer que aprovechó la circunstancia para asearse ella los bajos. No se si soy muy ingenuo, igual se agravó el tema higiénico más que lo contrario. En cualquier caso he de decir que no percibí en todo el encuentro olores desagradables. Tampoco es que tenga yo un olfato como para ir a buscar trufas.
Bueno, pues vuelve al poco rato (no me hizo esperar) y al lío, a chupar y a follar. ¿Y cómo?, no esperéis de mi relato grandes detalles de una maratón sexual, solo decir que se puso a chupármela ofreciéndome su culo, no abría las piernas para que yo tuviese un fácil acceso a su coño pero se dejaba hacer, y mientras ella chupaba... y bastante bien, en ocasiones profundo (en ocasiones, ¿eh?) pero sobre todo hace una mamada bastante sentida, es muy raro que una tía consiga hacerme correr en una mamada, alguna experta felatriz lo ha logrado, pero creo que si yo hubiese querido acabar así Jessica lo habría conseguido. He de decir en este punto, que pese a pagar una hora ella quiso muy pronto acabar con las artes orales y pasar a las coitales, pero con solo decirle "sigue un poco" accedió hasta que yo puse fin.
Y tras la mamada y algún que otro molesto "¿te gusta?" (no me complace ni cuando lo pregunta mi novia) pasamos a follar, tipo misionero, como a mí más me gusta. Se abre de piernas y puedo apreciar con detalle su coño. Rasurado, buena presencia, sin labios colgantes ni nada por el estilo, clítoris, eso sí, algo escondido, y lo que es más importante, parecía cerradito... y lo era.
Algo sensible, la intenté masturbar y tras limpiarla con una toallita húmeda le pasé lo que por aquí algunos llaman la lengua culebrera (sí, ya se que he insistido bastante en lo de la falta de higiene, pero, qué decir. Estaba cachondo. No olía), y se dejaba hacer, pero si insistía en su cacahuete (que no salía, el jodío) me apartaba un poco, sin brusquedad. No se lo tuve demasiado en cuenta, a mi novia le pasa lo mismo, puedo frotar y frotar, pero ojo donde.
Total, que me la enfundo y se la meto. Un polvo también sentido. Y entre estrecheces y algún que otro beso mas apasionado que lo que previamente me había adelantado, me corrí.
Hasta aquí parece que soy su director de mercadotecnia, quizás me he dejado llevar por el apasionamiento en el relato. No fue el mejor polvo de mi vida y ya haré una valoración de ella al final, pero la experiencia, hasta ahí, no estuvo mal.
Después de esto se levanta de nuevo para ir al aseo, tampoco tarda mucho, tampoco me ofrece a mí otra cosa que toallitas. Me pregunta si fumo y le ofrezco a ella, hablamos y fumamos. No he dicho mucho acerca de su carácter... y de verdad que no soy su novio en busca de clientes, pero me pareció bastante simpática. Te mantiene la conversación con una sonrisa (ya es de agradecer, que algunas...) mientras ofrece su cuerpo a caricias.
Cuando hemos hablado lo suficiente es ella la que me insta a repetir el polvo, y repetimos, mamada en la misma posición, corta follada con ella encima, corta follada con ella a cuatro... bobadas, me gusta más el control que se ejerce en el misionero, o sea, ábrete de piernas, nena... y p'a dentro, y es aquí cuando pasa lo que más me gustó de toda esa sesión de sexo, aparte que ya era bastante más receptiva a besos (tímidamente, eso sí, sacaba su lengua), cogió mi mano y orientándola a su culo me pidió que le metiese un dedo, y así lo hice, profundamente, y así volví a correrme. Por eso creo que no se negaría a hacer anal, y aunque el dedo entró sin problemas he de decir que tampoco este agujero parecía muy dilatado. No soy mucho de anal, pero quizás merezca la pena probar.
Por lo demás, tras esto yo me levanté y me vestí para marchar, el tiempo casi cumplido pero antes de la hora convenida, no hizo falta que me relojease, yo me relojeé.
Como he dicho antes, puede parecer que me interesa vender el producto. No es así. Son muchos los motivos por los que esta chica no sea en realidad recomendable. Seguro que en lo sucesivo muchos me contestarán comentando malas experiencias, incidiendo en lo negativo, tanto en aquellos defectos que yo también vi (falta de higiene, una callejera en un piso), aquellos que yo no aprecié (antipatía, en serio yo no la vi borde), y aquellos que son discutibles (apariencia física).
No estoy ahora en uno de esos ciclos lumeriles, pero sí me planteo repetir.
En definitiva, creo que es una experiencia que puede ser válida para aquellos que les guste un cuerpo joven y no muy desarrollado... y que no sean muy aprensivos con el tema de la limpieza (en general). Quizás resulta un poco caro para lo que en sí es, pero siempre está la opción de la media hora. ¿Será su simpatía directamente proporcional al tiempo que se contrata?. Es posible.
Un saludo.
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