El otro día, fruto de un calentón me animé a probar esta casa. Es un bajo en una perpendicular a Miracruz. Es un sótano muy bien iluminado y bastante grande. Las tarifas son 60/120. Y la copa (la tenía que haber declinado) son 30 euros. Cuando fui yo había solo dos chicas disponibles (pero vi alguna más por ahi pululando, parece que descansando y no tenían mala pinta), Rubi, grande de cuerpo y Perla, ni fu ni fa. Me quedé con Perla y estuve media hora. Cuando pasó el tiempo, la encargada me dijo que me quedase otra media hora más, a lo que dije que no.
No es una experiencia detallada al uso, por que salí de ahi con un regusto amargo, pero por lo menos algo es algo
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