[Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ] Buenas. Llevaba un tiempo viendo este anuncio y tras llamar me he decidido a pasar. Atiende en Andoain, cerca del Eroski de la plaza del Txitibar. La casa es entrar en un túnel del tiempo: cochambroso es poco, pero una vez dentro del piso la habitación y el baño al menos pintaban limpios. La cama, eso sí, muuuuuuy mejorable, es la típica de muelles plegable de los tiempos que reinó Carolo. Presentaciones y acordamos masaje y trántrán consistente en felación y polvo. Parece que sí es la de la primera foto, no así en la que aparece tumbada: sus tetas no son ubres, eso sí, son naturales, guerreritas y en mi opinión muy apetecibles. Me dice nosequé de que la he cogido por los pelos, que ya se iba cuando la llamé, que ella no mete muchas horas en ese piso, así que me digo "si te van a rascar tiempo mejor servicio corto por si las moscas", le pago 50 lereles por 1/2 hora. Al baño, ducha higienizante y ella metiendo mano al tema desde la puerta de la misma-sí, este modelo de duscholux también ha de ser tan antiguo que parece adaptado a las medidas físicas del obrerito español enjuto y mediometro de hace cuarenta o cincuenta años-. De vuelta a la habitación, ella muy simpática y agradable, me empieza a dar unos pases relajantes en pecho, picha, espalda, piernas y de nuevo picha. Le animo a amorrase al pilón(sin goma) y me la pone trabucona. Buena afiladora, se esmera y no parece de las que busca que te corras en santiamén. Al buen rato-entre unos 4 min de ducha, 5 min de simulacro masajístico y unos buenos 10 de mamandurria- me pregunta que a ver si follamos y que cómo lo quiero."Encantado" y le digo que se monte. Buenos movimientos y gran perspectiva de sus tetas sube y baja. Se sigue aplicando, no va mal la cosa. La dejo que le siga dando al tema hasta que le pido cambiar a cuatro. Aquí ya la serenata muelle flex pleistocénico hace que me sumerja en un ritmillo acompasante que me permite abstraerme del escándalo y ponerme berraco in crescendo mientras me fijo en su culito(no suelo pedir abrir esa puerta) y su cinturilla aún libre de depósitos adiposos. Me corro abrazadico a sus tetillas mientras ella tiene el dulce y enternecedor detalle de girar su cuello en un escorzo y regalarme unos morritos cálidos en forma de besitos en plan novieta formal.
Toallita, pañuelitos, oferta de ducha que no dudo en aceptar y a la vuelta me dice que me tumbe, me seca y me tiene otros diez minutos de charleta. Ya como que siento que sobro, le doy las gracias, me visto, me despido y me voy. Bajo a lo que creía era el portal y no, resulta que abro una puerta que ni en el establo del portal de Belén y me doy cuenta de que estoy en una calle trasera que parece un callejón de Puerto Hurraco. Tres individuos de etnia caló que me miran con esos ojos tan profundos que gastan ellos. Media vuelta padentro, y esta vez sí, pafuera, coche, carretera y manta.
Síntesis: me ha parecido un servicio correcto por parte de una chica maja y servicial en un lugar si no tétrico, cuando menos dejémoslo en "pintoresco"...
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