Cita:
Iniciado por fotografo
Yo a eso lo llamo jugar en el sexo y si, hay algunas que les encanta y se adaptan muy bien a los juegos que las propones. Porque las sacas de la monotonía que tienen con casi todos sus clientes, que no salen de: "chupar y follar".
Está por ejemplo, lo típico de pedirle a la chica que se vista de enfermera, de colegiala, de maestra.......
Y es cierto, las que mejor se adaptan a esto, las que les va el rol de sumisas.
Saludos.
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A mí me gusta más inventarme situaciones mucho más sofisticadas que eso. Fui iniciado en esa
práctica, por una mulatita canaria que conocí en Valencia y lo hacíamos todas las semanas, siempre con situaciones distintas que ella o yo inventábamos.
Nos llamábamos y decidíamos lo que íbamos a hacer. Pero dejábamos algunas cosas sin definir, para que pudiera haber una componente de sorpresa e improvisación. Éramos ambos tan creativos, que funcionaba de maravilla. ¡Nada de memorizar diálogos!
Cuando yo llegaba a su casa, empezábamos a hacerlo con toda naturalidad. Casi parecía que era real y duraba siempre entre 1,5 a 2 horas. Nos implicábamos muchísimo los dos.
Me acuerdo de una escena, en la cual ella simulaba una llamada a su móvil, en la cual le anunciaban la muerte su madre y la chica lloraba realmente. Yo no me lo esperaba, porque no me había dicho que eso iba a pasar. Me causó una terrible angustia y sentí la necesidad de consolarla. Ella reaccionó como una mujer apasionada, besándome
como si fuera esa noche la última vez... El resultado final fue el que imaginas.
Fue entonces que logré entender que ciertos actores viven los papeles que representan, algo que antes no me creía que pudiera ser verdad.
El sexo desenfrenado que practicábamos, aparecía como una consecuencia natural de la
mise en scène y no como una finalidad. ¡El morbo era total! Me quedé adicto a ella.
Después me fui a vivir a Madrid y se acabó. La echo de menos. Nos hicimos buenos amigos.
Si encuentro en Madrid a una chica entre 35 a 45 años (solamente me gustan las maduras), guapa, morbosa, que se adapte bien a esto y que tengamos una buena química, paso a ser su cliente regular. Pero hay que ser una mujer muy especial y sensible para que sea posible.
Pero también me encantaría encular a una de esas de que hablas en tu post, vestida de monja, pero sin quitarse el hábito.
La inclinaría sobre una mesa, con las tetas apoyadas en la misma, le levantaría el hábito hasta la zona de los riñones, le bajaría un poco las braguitas, le llamaría Sor Florentina y le diría cosas muy respetuosas, mientras le untaba el culito con KY-Jelly, después de brindarle un buen cuniligus y posiblemente un buen beso negro (dependería de la higiene), todo en esa posición. Después le introduciría lentamente la flauta de San Silvestre... mientras escuchábamos el Gloria en re mayor de Vivaldi.
La verdad es que soy un cínico decadente...
Un saludo