Mala experiencia.
Esta mujer que dice ser paraguaya prometía un francés ensalivado, y se refería a la cantidad de veces que se lleva el pañuelo a la boca. Apenas te coge el capullo mientras atiza con la mano una masturbación rápida antes de colocarte el preservativo y pedirte un extra de 50€ si quieres practicar el griego.
Ni cariñosa, ni traviesa, ni sociable. Dinero tirado