Después de mil intentos para al final salir decepcionado.
Nombre de guerra: Sara
Nacionalidad: Española
Forma de Contacto: Whatsapp
Fecha aproximada:
Lugar: Av. Las Águilas 15X
Instalaciones: Piso viejo de la zona, reformado, en buenas condiciones.
Higiene: Ni se duchó ni me duché.
Precio: 80/hora
Edad: En el anuncio dice que 28, no cumple los 35.
Cara: Guapilla
Pelo: Negro, media melena.
Cuerpo: Delgada, masa muscular inexistente, mucho pellejo.
Pecho: Pequeño, colgandero y con mucho pellejo.
Culo: Tamaño medio, blando no, blandísimo.
Piercings y tattos: Tatuaje en el vientre y en el hombro.
Defectos corporales: Abajo intentaré explicarme, si puedo, pero en resumen de pena.
Actitud: Amable, amena, cariñosa y simpática.
Conversación: Amena, la verdad es que como persona se ve que es buena gente.
Besos: si y con lengua también, sin problema.
Fuma: Si.
Francés: Bueno, se la mete entera hace amagos de garganta profunda aunque la chupa suave.
Forniqueo: No probé.
Griego: No pregunté
Lo mejor: Me quité la curiosidad.
Lo peor: El estado físico de la muchacha deja mucho que desear, la verdad una pena.
¿Repetir? No.
¿Recomendable? Creo que no.
Valoración global de la experiencia: No voy a poner 0 porque al menos me vació el cargador una vez, pero por debajo de 3.
Relato:
Llevaba tiempo viendo sus anuncios, y de hecho llevaba tiempo detrás de quedar con ella, porque tal y como se ve en sus anuncios, parece una tía que no es profesional de esto, y eso a mi me pone bastante, las tías que no hacen esto como forma de trabajo habitual.
Ya había contactado con ella por wassap varias veces, y por unas cosas u otras no habíamos concretado, pero en esta ocasión sonó la flauta y concretamos la cita un día antes.
El día de la cita me mandó un mensaje para confirmar, y a la hora estipulada ya estaba allí. Aparqué sin ningún problema, en la misma puerta. Es un barrio viejo, y hay movimiento de gente, pero yo entré y salí de allí de forma muy discreta. Lo que me pareció un poco chocante fue el ascensor para subir al piso, creo que entran ahí dos personas, y medio encajonadas, de hecho preferí bajar andando cuando acabé la visita.
Me abrió la puerta con una camisa nada más, abierta y totalmente desnuda, de cara me pareció muy maja, normalilla pero al estar sin maquillar me pareció guapa. Me plantó un beso en los morros, y hala, pá dentro.
El piso no está mal, se ve que está reformadito y cuidado.
Me llevó directamente a la habitación de matrimonio, se veía que estaba sola en la casa, porque el resto de habitaciones estaban abiertas y tuvimos que pasar al salón para llegar al resto de la casa, vamos que no había nadie más allí. Se ve que vive en la casa, por la conversación que tuvimos era fácil llegar a esa conclusión, por lo que efectivamente debe ser una tía que no hace esto de manera habitual, sino cuando le hace falta pasta o tiene tiempo, porque me dijo que siempre anda muy liada por temas personales y familiares.
Bueno, vamos al turrón; le di el dinero, y mientras que ella se iba a la concina, yo me fui desnudando. Cuando entró en la habitación, se quitó la camisa y empezamos a morrearnos y sobarnos, aquí empecé a darme cuenta de que no iba a ser mi día. Esta chica está blandísima, no es que me gusten las tías duras, de gimnasio, pero joder, se me hundían las manos en el culo, en serio, no he tocado un culo más blando en mi vida, incluso la espalda, era puro pellejo. no entendía muy bien algo así. Los pechos igual, parecían estar metidos en un saco de pellejo, joder, parecían dos testículos gigantes.
Pero bueno, se sentó en el borde de la cama y empezó a chupármela, esto he de reconocer que lo hizo bien, salivado, hasta dentro, a ratos me meneaba el rabo o me cogía de los huevos, la verdad es que ahí bien. Intenté no pensar en las blandeces y seguir con el tema. La tumbé en la cama y empecé a comerla yo a ella, parecía que le gustaba el tema. Me tumbé en la cama yo también y dejé que siguiera con la mamada, hasta el final, me corrí en su boca como un bendito, pensando en que probablemente sería la única corrida del día.
Nos tumbamos y empezamos a hablar, y la verdad es que la conversación bien, he de reconocer que la chica es muy maja, como persona, y estuvimos un buen rato hablando hasta que decidimos empezar con un segundo asalto. De repente, me dice que se hace pis, bueno, pues ves al baño no? ahí se me vino todo abajo, cuando la vi de espaldas y vi ese culo blandurrio, que hasta este momento en realidad no lo había visto. Para colmo me dice que le ha surgido un tema familiar y que se tiene que ir ya. Es cierto que el tiempo ya se había casi agotado, pero como habíamos estado mucho tiempo hablando, me iba a dar posibilidad de echar el segundo tiempo. En fin que entre unas cosas y otras, yo empecé a vestirme porque aquello ya estaba finiquitado.
Lo bueno, que me quité la curiosidad de verla, lo malo, que la mamada me costó 80 pavos.
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