Ah esa sólo estuvo unos meses, yo no llegué a catarla por que tenía la agenda saturada, y la voz con carraspera. Desapareció y nunca más se supo.
Lo dicho, allí al menos hasta Mayo, sólo había dos sudamericanas, una rechoncha (la pajeadora), y otra monilla.
Paja mecánica y mala, no se quita nada y no se deja tocar. Es tirar el dinero.
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