No merece la pena. Te recibe en un piso
prácticamente sin luz, oscuro. Cuando llegas de la calle (de día) y entras en el piso, te pegas un rato medio cegato. Imagino que esta técnica la utiliza para que no compruebes que no se trata de la chica de las fotos. Es mayor en edad que en el anuncio, y de implicación nula. Eso si, tiene unas peras naturales, que son de escaparate para sandías de las de antes. Jamás había visto nada parecido, descomunal. Pero no te deja que se las mames, ni siquiera un poco. Te dice que le duele de estar todo el día dale que te pego. La higiene es de lo mejor, te duchas al entrar y al salir. Mi apreciación general; para no repetir.