Sigo el relato, no se que cojones he tocado que se ha enviado el mensaje.
Hablaba del teléfono que no es que lo atienda, es que la tía se aparta de ti se recuesta cómodamente y se pone a atenderlo sin cortarse un pelo y tu allí con cara de gilipollas oyendo como al incauto que ha picado le dice que se lo va a comer a besos y le va a hacer la mamada de su vida. ¡¡ ay que joderse !!.
Para terminar.
Lo bueno : su trato fue correcto, no es la borde-estafadora que te encuentras en la inmensa mayoría de los pisos (es mejor ir a los clubes, sin duda ) y en ningún momento fue relojera, cosa que se agradece.
O sea lo justito para no salir de allí cabreado como un mono.
Para repetir : evidentemente no. Es muy cara, y no vas a echar un buen polvo ni vas a disfrutar de un pibon.
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