Por mi trabajo viajo por toda España, y me he recorrido mil sitios de masaje que al final son puticlubs de toda la vida pero más caros.
Hace un par de semanas un amigo me recomendó ir a una masajista de Santiago, el nombre que usa es Ambar aunque ya sabeis como va esto que se van cambiando los nombres. Y el sitio es Odisea.
Tengo que reconocer que me llevé una sorpresa cuando fui, el local está muy bien, muy limpio y el edificio es discreto. Y la masajista no tiene desperdicio. Fue de los mejores masajes que he recibido en muchos años. Ella es jovencita pero se ve que tiene experiencia y que le gusta (o al menos es cojonuda fingiendo) todo el tiempo con una sonrisa y me hizo sentir muy a gusto.
Es una experiencia totalmente recomendable