Nombre de guerra: Rocio (antes Belen)
Nacionalidad: Paraguaya
Forma de Contacto: wassap
Fecha aproximada:
Lugar: Álvaro Cumqueiro
Instalaciones: Piso con puerta a la calle (poca discrección para entrar si te tienen 5 minutos esperando en la puerta)
Higiene: Normal
Precio: 60 media hora, 1 hora 120
Edad: No cumple ya los 30
Cara: No es lo mejor de ella
Pelo: Moreno y largo
Cuerpo: Como en las fotos, muy bien.
Pecho: Grande y natural.
Culo: Para empotrarlo.
Piercings y tattos: Recuerdo algo pero muy discreto
Actitud: Poca implicación y desgana
Conversación: Escasa y superficial
Besos: No es lo suyo, alguno y por "obligación"
Fuma: No se
Francés: De becaria y limpiando constantemente con una toallita en la mano
Forniqueo: Cambia de postura rapidamente
Griego: Si (40 euros más)
Lo mejor: Ver el cuerpo que tiene
Lo peor: Todo lo demás
¿Repetir? No, rotundo.
¿Recomendable? No recomiendo lo que no es bueno para mi.
Valoración global de la experiencia: Contacto con ella y me dice que HACE DE TODO y sus tarifas con lo que acordamos cita para por la tarde. La aviso cuando estoy en la puerta y tarda en abrir y yo mientras en la puerta de plantón, con lo que todo el que pase por allí y sepa de que va te tiene fichado.
Por fin me abre un pibonazo guaraní en ropa interior y con unos taconazos, pero bastante fría, de cara regular que lo compensa, porque tiene un cuerpo de auténtica paraguaya.
Entro y confirmamos el servicio, le pago y me hace ir al baño. Me limpio y mientras entablamos una conversación que ya me hace intuir el tipo de chica que es, va a estar unos días e intentará hacer caja lo antes posible. Cuando salgo del baño esta atendiendo el teléfono (poco profesional) y yo en bolas esperando a que terminara de hablar y la escucho decir al cliente que griego no hace. Le digo que a mi me había dicho que hacía de todo y me dice que no, que por esa tarifa no hace griego, y yo en pelota picada y recien lavadito. Madre mia!, no aprendemos. Nada más entrar ya con ver su actitud, pense que no iba a ser el polvo de mi vida por mucho cuerpo que tenga la chica, así que me digo, resignación ya te han engañado otra vez. Decido quedarme y el resto lo resumo en un francés penoso y un folleteo para pasar el tiempo cambiando de postura constantemente. Al final le digo si me puedo correr en la boca, por pedir algo, y me dice que naranjas de la china. De los besos, ya si eso, hablamos otro día. Total que me tuve que pajear para descargar rápido, me lavo y con una conversación infantil me despido hasta nunca.
Resumen: Cobra como una profesional y trabaja como una becaria, y lo peor, es que lo hace a desgana porque me dijo que en Madrid gana mucho más. Desde que entré hasta que salí no llegaría a los 25 minutos incluida la limpieza de bajos al principio, la limpieza de despues, la charla para dejar pasar el tiempo, y claro, la conversación que mantuvo con un cliente que fue cuando me enteré que no hacía griego. Dinero tirado.