Nombre: LAILA 20
Teléfono o forma de contacto 602541905
Edad: 20
Nacionalidad
Ecuatoriana
Medidas (Altura y peso)
1,65 m. aprox. Peso 55 Kgs. Aprox.
Pecho: Medianos, abundantes, naturales pero retocados.
Pelo: Negro
Zona donde recibe o dirección aproximada: Hoteles y apartamentos
Precio: 100 €/hora
¿Hace francés?
• Sí. Desconozco si hasta el final
¿Hace griego?: No
¿Besa?: Si, da besos de novia
¿Repetirías?: Sí. Ya lo he hecho al día de hoy.
Valoración de la Experiencia: 8,50
Relato Libre de la experiencia
Conocí a Laila a través de una amiga que me habló de ella, indicándome que se iniciaba en este trabajo, recomendándomela por su belleza.

Esos son sus datos y experiencia:
1. Anuncios que utiliza para captar los clientes: Desconozco, no tenía ninguno cuando la conocí, me reiteró que se iniciaba.
2. Precios: Fijamos 100 €/hora en el hotel.
3. Fotos: No tengo ninguna. Me indicó que estaba pendiente de hacérselas.
4. Lugar donde recibe: se desplaza a hoteles y apartamentos.
5. Teléfono de contacto: 602541905
6. Atención telefónica: No existió.
7. Respeto por lo pactado: Sin problemas.
8. Retrasos: Ninguno.
9. Físico: De piel blanca, morena, es una mujer muy hermosa, en todos los aspectos. De cara, bellísima con el encanto natural de una chica joven y desenfadada. Cuerpo precioso, con curvas y “agarraderas” .
Desnuda, y sobre los hermosos zapatos de tacón que llevaba, que le hacían la vez de peana, parecía una modelo ante su escultor, realzando su hermoso cuerpo y belleza. Estaba impresionante, con una mirada desenfadada pero a la vez morbosa y llena de alegría. Tiene un físico espectacular al que hay que unir el cuidado que le dedica con un maquillaje preciso, justo y exquisito, así como sus cuidadas manos y pies.
Pecho abundante y proporcionado a su cuerpo, retocado pero con un detalle negativo: sus pezones y areolas. Un desdichado “retoque” de los mismos para, según me dijo mejorarlos, han afeado lo que la naturaleza le dio en origen. Una lástima, a pesar de lo cual tiene unos muy buenos y abundantes pechos.
10. Tatuajes: Tiene, me parece, tres. Uno de ellos con un nombre grabado en una muñeca, otro en la pierna, pero no recuerdo exactamente el lugar ni el motivo del otro.
11. Higiene: Buena, ducha y acicalamiento por su parte. Va pulcra y aseada con la piel nutrida y buen aroma.
12. Carácter: Agradable y atenta. Le gusta que la atiendas y sentirse protagonista.
13. Límites que pone: No me puso ninguno, advirtiéndome, eso sí, que el griego no lo practica, siendo realmente una pena porque verla directamente y a través del espejo, a cuatro patas, es una delicia para la vista y el morbo.
14. Tiempo: Se pasó del tiempo bastante y no me pidió mayor precio
15. Plantones: No he tenido ninguno. Era la primera vez.
16. Profesionalidad: Buena, pero mejorable. Le falta rodaje como profesional. Le gusta tocarse y exhibirse en la cama mostrando su belleza, lo cual le lleva a interrupciones en ocasiones no acertadas. La seducción es su gran arma, sabe de su belleza y le gusta exhibirla y jugar con ella, a la vez que muestra una morbosidad exultante. Es muy buena en esa faceta seductora y a quien le guste jugar a ello tiene en Laila la mujer adecuada. Puede volver loco a cualquiera que se deje llevar por sus artes amatorias.
Debe mejorar su “protocolo” en la cama para evitar interrupciones innecesarias y no deseadas, pues rompen el hilo del momento.
Es consciente de su trabajo, pero le gusta administrarlo con su juego seductor. Tengo serías dudas sobre si le gusta y está convencida de lo que hace. A pesar de iniciarse, tiene “tablas” y experiencia. Buena profesional que debe mejorar para ser una “top”.

El relato del encuentro fue así:

Cuando abrí la puerta de la habitación del hotel y vi a Laila, me quede estupefacto y paralizado. Me encontré con una hermosa mujer de forma casi inesperada, vestida con gusto exquisito, a la vez que muy llamativo y sexy, me dejó cortado. Cuando reaccioné la hice pasar besándonos en las mejillas y aproveché tenerla a la distancia ideal para recrear mi vista en la chica. Me gustó, me satisfizo verla y se lo manifesté directamente. La chica se sintió halagada y me obsequió con una amplia y agradable sonrisa.
Tras la charla de rigor, la invite a tomar algo si lo deseaba. Le ofrecí el baño y la habitación para que se sintiera cómoda. Acto seguido paso al baño de donde salió con un minúsculo y bonito tanga y con sus exóticos zapatos realzándole su figura, gracias a sus escalofriantes tacones. Fue una preciosa y excitante visión que no solo me satisfizo sino que me excito muchísimo.

Nos besamos profundamente, con lengua, hasta la campanilla y nos dejamos caer en la cama, revolcándonos a la vez que ambos buscábamos el sexo del otro. Rápidamente ella se situó y empezó a besar y mordisquear mi cuerpo hasta alcanzar mi miembro con su boca, empezando a acariciarlo con la lengua y a jugar con él de forma insinuante y mostrando su arte seductor con la mirada a la vez que se lo introducía y jugaba con él, hasta que de forma repentina se volcó encima introduciéndoselo hasta la campanilla y manejando su garganta con gran maestría. Fue un momento delicioso, fantástico e inesperado por la forma en que lo hizo. Se lanzó sobre mi miembro, que estaba exultante, y empezó a “trabajarlo” con la boca, manos y pechos de forma salvaje, jugando con él, introduciéndoselo y sacándoselo de la boca para acariciarlo, tensarlo, manosearlo y jugar con él de forma desenfadada y alternando con profundas introducciones hasta la campanilla que manejaba con autentico arte en su garganta, proporcionándome un gran placer y deseo. Fue una mamada antológica, original y nada mecánica, intensa, profunda y muy placentera que se prolongo hasta que, me di la vuelta y, mi boca buscó con afán sus pezones y empecé a comérselos con autentico deseo, mientras ella respondía con cara y gestos de placer. Me cogí a su pezón izquierdo aumentando la presión sobre él, respondiendo la chica con jadeos y pidiéndome más. Forcé la situación buscándole con la mano el otro pezón y llevando la presión al límite, en los dos pezones, hasta el inicio del dolor, momento en que lo manifestó retorciéndose y jadeando de placer pero pidiéndome que no la dejara.

Mientras, pude comprobar que su “nido” estaba húmedo, suave, lubricado, excitándome de tal forma que me baje a él, pasando mi lengua por toda su extensión y buscando su prominente clítoris, que encontré “al punto”, volcando mi lengua sobre ese punto que empecé a lamer, chupar y mordisquear de forma sostenida e ininterrumpida, a la vez que la mantenía cogida por el pezón derecho. La chica empezó a jadear y moverse de forma convulsa mostrando una excitación brutal, a la vez que me cogía la cabeza y me la “amorraba” a su sexo con fuerza y de forma decidida. No sé el tiempo que estuve, porque estaba ciego, comiéndome aquel delicioso manjar y ella se movía sin parar, mostrando también su excitación, hasta que al final explotó de placer poniendo su cuerpo como una plancha rígida y arqueándolo apoyándose sobre sus pies y cabeza en una posición inequívoca de placer y satisfacción, alcanzando el clímax de placer. Me mantuve ahí hasta que ella me saco de forma enérgica, dejándose caer inmóvil y recogiendo su cuerpo.

Me encontraba, llegado a ese momento, muy excitado y con enormes ganas de penetrarla. En ese momento, Laila, sacó sus grandes dotes de seducción, empezando un juego en el que ella se erigió como protagonista y manejó de forma maestra. Se empezó a contornear mostrándome, a la vez que me los presentaba con sus manos, sus pechos, mientras se ponía de perfil y se miraba al gran espejo que presidia la cabecera. Empezó a jugar con su cuerpo, rozándose, ofreciéndose, tomándome el miembro, chupándolo y tragándoselo hasta la campanilla, soltándome, tomado mis huevos, lamiéndolos y jugando con ellos clavándome de forma suave y felina sus hermosas uñas de porcelana, a la vez que se exhibía con todo su poderío seductor y provocativo. La verdad es que me gusto el juego, mostrándose como una gran dominadora de la escena y sacando el máximo partido a su bello cuerpo. En definitiva, se mostró como una mujer llena de seducción y dominadora de la escena.

Cuando consideré suficiente el juego en el que estábamos inmersos, le pedí que me penetrará, cosa que hizo de forma inmediata previa colocación del preservativo. Me montó con arte, exhibiéndose y haciendo del momento un paso más de seducción e intencionalidad muy cálido. Me cabalgó de maravilla, cambiando la posición y utilizando sus artes amatorias concentradas en su vagina que movía de forma rítmica y pausada. Me encantó su nido, estaba lubricado y jugoso desplazándome dentro de ella con una gran satisfacción. Recordé su sensibilidad en los pezones y aproveche ese momento para cogérselos y jugar con ellos, y, cual yegua espoleada por el jinete, empezó a moverse con más ritmo, apretándose y jugando en su posición buscando un mayor contacto, a la vez que a mí me producía una mayor satisfacción si cabe. Así estuvimos hasta que, motivado por la duración del momento, paró sus envites pidiéndome que la penetrase por detrás a “cuatro patas”. Cambiamos rápidamente la posición, poniéndose de rodillas sobre la cama y dejando caer su cuerpo arqueado hacia delante, momento en que la penetré de forma profunda, y tomándola por la cintura con mis dos brazos la apreté contra mí, a la vez que empecé a empujar de forma rítmica con todas mis fuerzas, a la vez que se movía al compas de mis envites. Fue una penetración perfecta, la chica se apretaba a la vez que yo empujaba, hasta que finalmente explote, corriéndome con una sensación maravillosa, sintiendo que todos los poros de mi cuerpo se abrían de forma simultánea. Fue un maravilloso momento muy placentero y lleno de morbo, al haber poseído a aquella hermosa mujer que me satisfizó y deseé desde el primer momento que la vi.

Nuestra reunión paso sobradamente de la hora, sin efectuar ella en ningún momento manifestación al efecto. No la vi mirar el reloj, estando en todo momento desinhibida y con gran naturalidad. .

Calificación: Higiene 9,00.
Cara 9,00.
Cuerpo y tipo 9,0.
Pechos 8,00.
Sexo oral 8,50, es mejorable en conjunto, pero su garganta profunda (hasta la campanilla) es muy buena, de las mejores que he conocido, a pesar de que le falta perfeccionar “el ritual” y no efectuar interrupciones innecesarios.
Penetración 9,00, “nidito” estrecho, jugoso y “juguetón”, tiene buena movilidad interna, haciendo muy satisfactoria la sensación y el placer en ese momento.

A mejorar: Debe perder tres/cuatro kilos, estaría perfecta, impresionante, pues su cuerpo es una maravilla.
No debe abusar de su seducción, salvo que así lo desee su pareja, en ocasiones es inoportuna y “rompe el momento”.
Para mi gusto, saliva poco en el sexo oral, en algún momento parece que no sea de su agrado, limpiandose demasiado.
El fondo físico cuando “cabalga”. Hay compañeros que le exigirán un esfuerzo superior al normal.
Debe olvidarse del teléfono y no atenderlo mientras realiza su tarea.

Tiene alguna foto?

Me indicó que ya tenia hora con el fotógrafo, pero al día de hoy no conozco ninguna. Intento averiguar, para que se de de alta en Spalumi y las publique.