PARAISO (Madrid)

Andaba por esta zona proxima al Palacio de los deportes de la Comunidad de Madrid, cuando un cambio repentino de planes me hizo entrar en este local que desconocia por completo.
Abren de 6 PM a 3 AM. Las copas cuestan a partir de 5 euros la cerveza. Los polvos a partir de 55.

Pues bien, es el club mas pequeño que jamás haya visitado. Solo habia tres chicas + camarera. Nada más entrar mis ojos se clavaron en una monada, jovencita (23) vestida con un vestido negro corto, con rasgos indigenas, que......¡joder como estaba la niña!

Primero se acercaron como era de esperar las otras dos sin darme tiempo siquiera a llamarla (que era lo que tenia que haber hecho antes de pedir la birra) y tras despacharlas sin ningún miramiento (lo siento pero cada vez soy más directo), se me acercó Mar, que así se hace llamar. Es Ecuatoriana y bastante sincera. Me empezó pidiendo 60 por el polvo. (supongo que más las sábanas) Me dijo que por no sé que historia de la boca que no podia hacer el frances sin......Yo al quite le propuse alguna rebajilla por esa merma en su servicio y dijo que podia bajar a 55 todo, que a menos no le dejaba el jefe. (despues de......le di los cinco euretes, porque se lo mereció)
A pesar que soy muy poco amigo de este tipo de clubs en los que las chicas solo se llevan un porcentaje (normalmenet el 50) de lo que pagamos los clientes, estaba tan "cegao" que al final tras varios tiras y afloja en le negociación, cedí.
La habitación (juraria que solo hay una) está en el sótano al que se accede por una empinada escalera. Y aunque no es un suite, pues al menos es amplia, limpia y tiene espejos laterales y un amplia cama. Nada que ver con el cuchitril de arriba. Tiene acceso directo al cuarto de baño.
La chica se dejó acariciar, terminó besando con bastante credibilidad y al parecer le satisfizo bastante el lavado de bajos que le hice. Me la enfundó y empezó con el francés. Pena de ese contratiempo bucal, porque mira que no soy yo muy de que me la chupen, pero esta chica lo hace muy muy bien. Aguanté como pude y la coloqué a cuatro para proceder al bombeo final con placentera descarga.
En fin un local pequeño, algo cutres, con un habitación aceptable y una chica sobresaliente.
Tiene qeu haber de todo en la viña del señor.,