Nombre de guerra: Ana, evidentemente no es el real
Nacionalidad: latina
Forma de Contacto: WhatsApp
Fecha aproximada: mediados de marzo
Lugar: Jerez cerca de plaza de toros
Instalaciones: piso propio no compartido
Higiene: muy buena
Precio: 200€/2h
Edad: menos de 40
Cara: guapa
Pelo: largo, fino, castaño
Cuerpo: ya no es la jaquetona que recordáis quienes la habéis catado y apunta a que se pondrá a full
Pecho: tiene pechonalidad
Culo: tremendo
Piercings y tattos: ni lo uno ni lo otro
Defectos corporales: ha adelgazado mucho pero con tiempo cada cosa volverá a su sitio
Actitud: muy cordial
Conversación: toda la que quieras
Besos: no
Fuma: no
Francés: me remito al relato
Forniqueo: me remito al relato
Griego: me remito al relato
Lo mejor: el trato personalizado
Lo peor: que hay que pagar
¿Repetir? Sí, lo he hecho y volveré
¿Recomendable? Sí
Valoración global de la experiencia: 5/5
Relato:
Esta es la tercera vez que visito a esta chica (la segunda no merecía ser reseñada, puesto que quizás por cansancio quizás por estrés y a pesar del buen sexo oral y del fornicio apenas pude mantener la erección y aunque llegué a correrme no me pareció reseñable, mea culpa) y volveré a visitarla (siempre que mi cuerpo acompañe) así que he pactado una sesión al mes con ella de BDSM aunque por lo pronto me estoy centrando más en el bondage y el sexo hardcore.
Suelo quedar con días de antelación para prepararme y que ella se prepare para recibir de lo lindo. Le hablé un lunes y quedamos el miércoles por la mañana un par de horas (entre la conversación inicial y que no relojea si se lo pasa bien se puede alargar algo más). El barrio, el piso y las horas ayudan a la discreción. Solemos ponernos de acuerdo in situ sobre lo que cada uno espera, porque, aunque es sumisa, le gusta jugar y te pide que juegues también para su placer.
Y qué placer, perdí la cuenta de las veces que se corrió. Pero paso a paso. Cuando la cosa se calienta es como una gata empieza a rozarse y a meter mano, pero una vez que le agarras el cabello abre la boca y saca la lengua como una perrita que pide su juguete. Y vaya si juega. A mí personalmente me encanta tenerla de rodillas o a cuatro sobre la alfombra, y comienzo con penetración oral, me gusta escuchar como gorjea cuando la tiene metida hasta la garganta, al principio despacio y con buena letra después le.follo la boca. Después me senté en el sofá de piernas abiertas y la dejé hacer.
Ahí vino su primera petición: fisting vaginal en la cama con ella boca arriba mientras se lo comía. Me encharcó la mano. Le cambié el juego por otra follada de boca en un 69 lateral. Me propuso follar (directamente anal) la saqué de la cama y la puse tendida sobre ella con las piernas sobre el suelo y para mi sorpresa está vez no fallé y tampoco perdoné. Tremenda follada de culo en dos tiempos, porque en un momento salí y me quité el condón creyendo que me corría así que la puse de rodillas y le follé la boca pero en vista de que estaba aguantando me enfundé de nuevo y seguí dándole por el culo hasta que se corrió no sin nalgadas y bofetadas en el perfil de la cara que me dejaba a la vista (cosa que precipita sus orgasmos, y si le abofeteas las tetas tampoco tiene remilgos).
La verdad: sería que estaba descansado, pero todavía me quedaba fuelle para follarle el coño y sacarle otra corrida. Así que en vista de que iba a tener que tirar de algo más morboso para correrme que un simple coito vaginal me la volví a llevar al salón para que la chupara de rodillas ahogándola con cuenta atrás incluida. Del corridón que le metí sobre las tetas me pidió el favor de que le hiciera una foto (que supongo que mandará a quienes quieran más detalles visuales cuando contacten con ella).
Después de cada sesión te ofrece ducha sin prisas, charlita de muy buen rollo y siempre se despide con un pico nunca con besos.
Lo dicho sin involucrarme de ninguna manera que no sea el.sexo de pago por mi parte pienso verla una vez al mes para disfrutar de un sexo casi pornográfico, o sin el casi.
|