Ama Marta de Barcelona
hasta ahora sólo había leído en este foro, pero me he decidido a aportar una experiencia tras una visita a Barcelona que hice el mes pasado.
Tenía mono de sentirme atado y dominado tras un verano bastante aburrido y ese viaje me daba la oportunidad de disponer de cierto tiempo libre. Busqué en internet y encontré la web de AMA MARTA de Barcelona, así que me conecté a darle un vistazo que me convenció de inmediato.
Pude concertar una sesión para esa tarde y sólo puedo decir que cuando regresé a mi hotel me tumbé en la cama para descansar y recordar los detalles de una sesión alucinante y para decidir que al día siguiente quería repetir, por lo que llamé a su teléfono sin remedio y reservé una sesión más larga, de dos horas, con su secretaria.
Como era un nuevo visitante, Ama Marta me recibió, se mostró amable y firme por igual. Debo decir que cuando entró en la sala donde yo la esperaba quedé deslumbrado por su elegancia y porte. Ama Marta es una mujer atractiva, de curvas perfectas, rubia y con una mirada brillantes. No es alta, pero su elegancia e indumentaria la hacen elevarse sobre un pobre sumiso como yo.
Caí de rodillas para besar su mano y ella señaló con su dedo imperante la punta de sus botas que yo besé sin pensármelo dos veces.
Una vez presentados se sentó en su trono para entrevistarme y deducir mis inquietudes de sumiso.
Me dejó sólo y su secretaria apareció para indicarme el cuarto de baño, al lado del cual había una reja y lo que parecía una jaula dentro de la cual había encadenado un hombre desnudo y encapuchado. Tras ducharme pasé de nuevo a la sala, equipada con una cama de torturas y bondage, cruz de san andres, trono, potro, gancho en el techo…
Mis instrucciones eran quedarme de rodillas, con el tributo en la boca y esperar sin moverme.
A los pocos minutos, escuché un taconeo que se aproximaba por el pasillo, la puerta se abrió y Ama Marta apareció ante mis ojos. Me quedé alelado. Se aproximó, me miró con sus ojos verdes, ahora fríos. Me cogió el tributo y me dio un bofetón para recordarme que debía estar besando el suelo que pisaba.
Lo que vino después fue la mejor sesión de dominación que nunca he tenido, no sólo por todos los castigos y humillaciones a los que me sometió, sino porque destilaba implicación y placer en todo lo que hacía, Ama Marta me pareció una mujer dominante por naturaleza, que disfruta de tener a un sumiso a sus pies y que conduce la sesión con firmeza y respetando los términos hablados de antemano.
Y cuando al día siguiente volví a ponerme a sus pies, me lo demostró con creces. No hacía falta entrevista previa, pero la sesión fue una nueva experiencia, imaginativa y morbosa. Todo volvió a ser nuevo en la segunda sesión y estoy deseando poder viajar de nuevo para volver a ponerme a los pies de Ama Marta de Barcelona.
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