Tapú Masajes

Buenos dias, abro tema porque no he encontrado nada en el foro con este nº de teléfono: 672581097.
Si lo buscáis en webs eróticas (pasion, slumi, ..) encontráis una masajista que se anuncia como Sandra. Si lá búsqueda es en google, aparece el nombre que encabeza este tema: Tapú masajes.

He preferido emplear la segunda opción para titular, pues hay dos chicas en el centro. Yo he probado con una, y no descarto hacerlo con la otra.

Descripción
Nombre de guerra: María
Nacionalidad: española
Forma de Contacto: WhatsApp/ 672581097
Web profesional: ninguna. Anuncios en internet
Fecha aproximada: octubre 2021
Lugar: cerca de Plaza Castilla
Instalaciones: aceptables. Local a pie de calle con rótulos en el exterior anunciando masajes (es lo que menos me gustó)
Higiene: Bien. No se duchó en mi presencia, pero apostaría que lo hace después de cada servicio (estaba limpita)
Precio: Camilla 60€- 1 hora (ella en lencería y no puedes interactuar)
Tatami: cuerpo a cuerpo. 45 mins: 60€; 60mins: 80€ (relax manual)
Edad: me dijo que 28. Puede ser, no soy bueno para calcular eso
Cara: Normal, aunque esto es cuestión de gustos. Bonitos ojos claros. Tez blanca. Te manda fotos por whatsapp, pero aunque se parece bastante, creo que no es ella
Pelo: Media melena color negro
Cuerpo: Delgado, tonificado, pecho pequeño, culo pequeño (pero me gusta así).
Piercings y tattos: tatuaje que le recorre la espalda.
Defectos corporales: ninguno que yo haya visto
Actitud: Agradable, atenta
Conversación: conversa sólo si le das conversación. Antes y después sí hablamos
Besos: Sólo en espalda, cuello y mejilla. Le robé algún piquito, pero me da a mi que no le gustan
Fuma: No sé. No olía
Francés: Yo no lo buscaba, así que no pregunté, y tampoco figura en su carta de servicios.
Forniqueo: Ídem
Griego: Ídem
Lo mejor: Su masaje y buena atención
Lo peor: Si tuviera que poner un pero, pondría tres: (1) que tiene muy poco pecho (2) no le gusta el cunnilingus ni dar besos (3) me parece caro el masaje; pero esto es un comentario generalista, no en concreto de este centro. Se están subiendo a la parra
Recomendable: Sí; no me arrepiento de haber ido
Repetir: me apetece, sí. Y probar con la compañera, también.

Experiencia
Contacto a través del teléfono arriba indicado vía WhatsApp para recabar servicios y precios. Atienden (son dos chicas, pero una recibe los laborables y otra los fines de semana) en un local a pie de calle en el barrio de la Ventilla, a 7 mins caminando de Plaza Castilla. Este local debió de ser otro negocio anteriormente y lo han reconvertido. No me hace especial ilusión que el cartel del escaparate anuncie masajes, pero cuando fui no había casi nadie en la calle.

Una vez dentro, María se interesa por el tipo de masaje que quiero para llevarme a una u otra habitación. Solicito cuerpo a cuerpo en tatami 60 minutos. La habitación -suficientemente amplia- cuenta con una ducha. El tatami es el único objeto de la habitación que se relaciona con el mundo del masaje. Ni el mobiliario ni la decoración se corresponden a un salón de masaje. Tampoco dispone de un espejo ubicado horizontalmente paralelo al tatami para poder disfrutar visualmente de la masajista (punto a mejorar).

María me deja solo para que me duche y vuelve al rato envuelta en una toalla. Se la quita y me pide que me tumbe boca abajo. Comienza por pies y piernas, y resulta agradable (no es un pasamanos). Varias veces pasa el perfil de su mano entre mis glúteos, lo que supone una agradable toma de contacto de lo que anticipo vendrá después. Continúa con mi espalda y, boca abajo aun, escucho como se extiende crema sobre su torso, señal de que va a empezar el cuerpo a cuerpo. Así es; se extiende sobre mí y empieza a frotarse. Los pechos, dado su pequeño tamaño, no son percibidos como si fueran más grandes, pero los noto.
Después, se sienta sobre mis glúteos y en cuclillas se va deslizando a lo largo de ellos y de la espalda: sensación muy placentera.

Cuando atendiendo sus órdenes me doy la vuelta, se sienta a mi derecha, a la altura de mis caderas y toma el pene por vez primera. En mi posición ya puedo acariciarla, y no pone pegas a que recorra todo su cuerpo (con suavidad y respeto lo hice).

Se tumbó a mi lado, de costado, y nos masturbamos mutuamente hasta que me corro como un bendito.

No la pregunté si ofrecía servicios adicionales porque no iba buscándolos; pero el masaje y su sensualidad puede que me animen a ello la próxima vez.

Si vais, tratarla bien: es buena chica