Soy una de sus esposas.
Conozo este foro a través de una amiga que tuvo el mismo problema que tengo yo ahora, aunque ella fué mas fuerte y lo superó. Hace ya varios meses que me enteré de que mi marido frecuentaba lumis, como decís aquí; en concreto las llamadas escorts y chicas VIP. Sin decirnada comencé a hacer averiguaciones y por medio de un especialista supe qué señoritas habían sido seleccionadas y demas detalles. Una de ellas (que curiosamnte se llama igual que yo) trabaja en una agencia de esas de alto standing que provee a sus clientes de aptos. en la calle gral. pardiñas y alberto alcocer de madrid, El especialista que contraté pudo averiguar fechas, importes pagados, etc (se los facilitó una encargada de esta agencia que se hace llamar Andrea y que picó el anzuelo ( Por si lo lee: Srta. Andrea, aparte de puta hay que ser lista). Los detectives cuanto mas averiguan mas cobran y en esta época de crisis el mío debía estar necesitado, así que me facilitó incluso el verdadero nombre de la tal Victoria, dirección, datos familiares, etc, etc. Si hago o nó uso de ello, es algo que decidiré en su momento, pero como madre de unas niñas de esas edades, quizá agradecería enterarme aunque ello supusiera un terrible dolor.
Sres. foreros casados, solteros o con pareja. No pueden imaginar lo que una mujer siente cuando se entera de esto. El mundo se vuelve del revés. Te sientes tan humillada, engañada y maltratada que no puedes dar crédito a que eso lo está haciendo la persona a la que quieres, con la que compartes unas hijas, una historia larga y que todas las noches te dice que te quiere (la mayoría después de haber hecho el amor seguramente con muvha mas implicación, como Uds. dicen, que cualesquiera de esas lumis). Si además piensas que una de ellas, por edad, puede ser tu hija, entonces... (Por ello dije antes que posiblemente su familia me lo agradecerá el día de mañana aunque ahora se llenen de vergÜenza).
Yo ya he iniciado los trámites de separación y quiero que sepan que me separo exactamente igual de enamorada que el día que me casé. Y sin juzgar a ninguno de Uds. sí que les sugiero que piensen acerca de sus conductas. Esos buenos ratos que tan detalladamente cuentan se pagan y quizá hasta se recuerden toda la vida, no lo sé; el daño causado no se puede reparar.
Una Victoria que lo ha perdido todo.
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